«Mosaga»: La histrica escuela en Tuxtla es rescatada

Padres y madres de familia impidieron que las autoridades del Inifech demolieran la Secundaria Moisés Sáenz Garza, luego de estos trataran de convencerlos con engaños

Elizabeth Marina / Portavoz

Padres y madres de familia de la Escuela Secundaria Moisés Sáenz Garza, conocida como «Mosaga», lograron impedir que esta institución educativa, ubicada en la capital chiapaneca, fuera demolida como pretendían las autoridades del Instituto de la Infraestructura Física Educativa del Estado de Chiapas (Inifech).
Luego de que sospechosamente les hicieran un aviso para realizar un urgente desalojo ante el supuesto riesgo que este plantel representaba para la comunidad estudiantil y docente, las familias se organizaron para hacer un recorrido por el edificio acompañados de arquitectos e ingenieros civiles para corroborar el dictamen emitido por el Inifech, que encabeza Eduardo Zenteno Núñez.
«Todo se nos hizo muy sospechoso, ¿cuándo alguien iba a voltear a ver a la Mosaga?, ahora sí todos muy preocupados porque no se vaya a caer y la seguridad de nuestros hijos, pero estamos contentos porque sólo van a tirar un edificio y las clases ya se normalizaron», comentó Marilú Sarmiento, madre de familia.
La urgencia por reubicarlos y la intención de destruir todos los edificios, sin que ninguna autoridad, mucho menos el director de la escuela, dieran la cara, o les informaran de manera clara y formal, les hizo pensar que trataba de un desalojo turbio para utilizar el terreno para la construcción de un fraccionamiento.
«Los especialistas nos dijeron que estaba en buenas condiciones, sin embargo, necesita de mantenimiento», agregó.
También, denunció la apatía del director general del Inifech, Eduardo Zenteno, quien refiere, en todo momento estuvo en la postura de hacer una reubicación urgente, a pesar que el mismo secretario de Protección Civil, Luis Manuel García Moreno, garantizara que el desalojo no podía proceder porque la zona era segura y se deslindó del dictamen que estipulaba que toda la escuela estaba en peligro.
«El acuerdo con Inifech fue, edificio tirado, edificio parado, el señor Zenteno siempre fue muy insistente en que ya nos saliéramos hasta nos ofreció reubicarnos a un edificio de la Unicach pero nunca fue nada concreto», agregó.
Los trabajos de reconstrucción aún no tienen fecha de entrega, sin embargo, los padres de familia aseguran que se mantendrán al pendiente para que todo se lleve a cabo en tiempo y forma; además se encuentran realizando trabajos de limpieza en el plantel.

«Los especialistas nos dijeron que estaba en buenas condiciones, sin embargo, necesita de mantenimiento» Marilú Sarmiento

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