Muerte / Eduardo Torres Alonso

Los muertos vienen cada año. Así lo dice la tradición. Entre estrategias publicitarias y prácticas sociales, en la fiesta de los muertos –que no deja de ser una paradoja– varias generaciones de mujeres y hombres saben que los primeros días de noviembre son especiales.

La muerte es un evento inescapable. Permanece oculta en la propia historia de cada uno de los individuos hasta que se hace presente. Es el punto final de una trayectoria larga o que apenas inicia. Para unos, hay algo más; para otros, sólo existe el término vital y el silencio. Todo empieza o todo acaba, depende de cada quien, de la seguridad en su fe y de su propia convicción.

Los vivos se reúnen en torno a las ofrendas y comparten el pan, el chocolate o el café. Es una especie de Noche Buena y Navidad adelantadas: hay unión y calidez. El Día de Muertos detiene el tiempo. Es solemne, pero alegre. Jornada de contemplación y de memoria. Como poner el árbol de Navidad, preparar el altar es un ritual íntimo, pero nunca solitario: personas idas o lejanas acompañan.

Como todo evento que ha tomado un rostro popular, este tendrá una derrama económica significativa. La autoridad federal en materia de turismo estima que aquella será superior 41 mil millones de pesos, aunque lo sucedido en Acapulco impactará de forma negativa. No hay duda de que esta festividad ha rebasado las fronteras mexicanas y se ha difundido a escala global con películas como “Coco” o “007 Spectre”, tarjetas de presentación de un evento local para el visitante extranjero.

El puente mistérico que se tiende desde los primeros minutos del 1 de noviembre para unir dos mundos enlaza, no sólo la permanencia y la finitud de las personas, sino el tiempo: pasado, presente y futuro se vuelven uno en torno al recuerdo.

Con cempasúchil, incienso y velas, por supuesto, comidas y bebida, se espera a quienes se fueron. Hacia allá y con ellos vamos.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *