Doña Cora, forma parte de las 92 canasteras que desde administraciones pasadas adquirieron un permiso para vender en el primer cuadro de la ciudad
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Cora Aguilar Díaz, es una mujer trabajadora que por más de 20 años ha vendido frutas en la vía pública. Este trabajo le ha permitido sacar adelante -junto a su esposo quien recientemente falleció- a sus tres hijos.
«Aquí nos llueve, nos asoleamos, pero tenemos que estar aquí porque tenemos que sacar el sustento de nuestros hijos».
Doña Cora, forma parte de las 92 canasteras que desde administraciones pasadas adquirieron un permiso para vender en el primer cuadro de la ciudad, son mujeres de las que poco se habla, pero que mueven pequeñas economías y procuran la estabilidad de sus familias, pues además de ser trabajadoras, su jornada se extiende en los hogares con el cuidado del mismo y de sus integrantes.
«Es muy complicado, a veces tiene que prestar para pagar intereses y seguir trabajando, cuando no nos alcanza, a veces ahora en la pandemia no nos dejaron trabajar como ocho meses y no tuvimos ayuda de nada».
Y aunque a veces los aportes que hacen las mujeres a la sociedad no son reconocidos o visibilizados, es importante hablar de ellas, pues como la señora Cora Aguilar, existen cientos de mujeres que, pese a difíciles situaciones, siempre tienen como objetivo, dar lo mejor de sí mismas, por sus familias.
«Que sigan luchando, que sigan adelante, aunque caiga uno, pero se tienen que levantar, seguir en la lucha y todo se puede, pero trabajando», finalizó Aguilar Díaz.