Las mujeres tsotsiles cooperan para construir su propia casa de salud
Mariana Morales Velásquez / Cimac Noticias
San José Mujular, Chis. En San José Mujular, comunidad indígena al norte de Chiapas, las mujeres cooperan para construir su propia casa de salud porque se cansaron de pedirle al gobierno del estado que les edificara una, aunque el plan no funcionó del todo porque la solicitud de medicamentos también fue ignorada. Con hierbas enfrentan la pandemia y el saldo es, cero tsotsiles muertos.
Desde el 1 de marzo del 2020 cuando se propagó el nuevo coronavirus en Chiapas, hasta el miércoles 2 de septiembre, no hay ni un solo fallecido en San José Mujular. Sus aproximadamente 400 habitantes aseguran que en esta comunidad ubicada a los pies de una montaña, la medicina tradicional ayudó pero los servicios de salud son necesarios.
Fue hace 3 años, en el pasado sexenio del gobernador Manuel Velasco Coello, cuando estas indígenas animaron a los hombres a edificar la casita de salud. Quedó con block, lámina, puertas de madera y una modesta cama que se pensó para que ahí dieran a luz las mujeres embarazadas, dijo en entrevista a Cimacnoticias Adela Urquin Juárez, la única partera de esta comunidad.
Para los siguientes años hasta hoy, la Secretaría de Salud Estatal a cargo de José Manuel Cruz Castellanos, no envió medicamentos y actualmente la casa está abandonada. «Lo que hay es una pesa, una silla, una que otra pastillita, siempre nos tienen en abandono, queremos una enfermera, un doctor, medicamentos que nos ayuden», indicó la partera.
La partera Adela ha recibido a unos 150 bebés que nacieron aquí en San José Mujular. Durante la pandemia atendió 5 partos, cuenta que la medicina tradicional es la aliada para las diarreas, fiebres que es lo que más hay en esta comunidad, estas plantas también funcionaron para atender a quienes poco a poco enfermaron con síntomas parecidos a los del nuevo coronavirus.
Para llegar a esta comunidad campesina hay que arribar al municipio Bochil, luego recorrer dos horas de un camino angosto de terracería en forma de caracol desde donde se ven montañas raspadas y con siembras de maíz. Ningún habitante lleva cubrabocas, las niñas y niños están en clases porque si no hay clínica de salud mucho menos internet.
El día que las y los reporteros llegaron, los campesinos se reunieron en una loma para enviar un mensaje a su alcalde, Gildardo Zenteno Moreno del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y al diputado federal por el distrito indígena, Humberto Pedrero de Movimiento Regeneración Nacional (Morena): quieren una carretera para entrar y salir de la comunidad, ya que si los servicios de salud no llegan hasta aquí, que por lo menos los habitantes salgan en busca de la salud.
«Nosotros no tenemos ni clínicas la partera atiende a las mujeres…hace una semana nos pusimos a componer nuestro camino por eso se ve un poquito mejor para que los carros pasen», dijo Wilber Urquin. Ismael de Jesús Hernández otro campesino, asegura que durante la pandemia nueve indígenas tuvieron que salir a buscar un hospital.