Rompiendo paradigmas, mujeres se mudan a la ciudad capital en busca de mejores oportunidades. María y su tía son el vivo ejemplo de superación. Han emprendido su negocio, el cual provee de sabor a los hogares tuxtlecos, mientras ellas preservan el arte de hacer tortillas a mano
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Mujeres indígenas rompen paradigmas, solas se mudan a la ciudad capital en busca de empleo y mejores condiciones económicas.
María y su tía, originarias de Betania, municipio de Teopisca, junto con dos mujeres más, originarias de San Juan Chamula, han emprendido su negocio de venta de tortillas hechas a mano.
Desde hace más de tres años decidieron mudarse a Tuxtla Gutiérrez en busca de estabilidad económica y comenzaron con esta labor que por tradición les enseñaron en sus pueblos originarios.
«Somos puras mujeres sin marido… venimos porque queremos dinero y queremos trabajar, por eso aquí encontramos el trabajo, porque es difícil encontrar un trabajo», dijo María quien con prisa se dirigía a realizar el mandado que le encomendaron.
Estas mujeres desde muy temprano se levantan para abrir el local que se encuentra sobre la tercera oriente entre séptima y octava sur de Tuxtla Gutiérrez.
Comienzan a moler el maíz con un pequeño molino que tienen dentro de su negocio, mezclan la masa con agua y sal y comienzan a darle forma a las tortillas, mismas que venden en 20 pesos el kilogramo, mientras que las quesadillas las ofrecen en cinco y diez pesos cada una.
Poco a poco se han ido ganando la preferencia de sus clientes, quienes disfrutan del sabor de la tortilla hecha a mano, a un precio bastante accesible.