En este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Inegi describe una realidad en México donde, en algunos casos, existe una doble vulnerabilidad
Aquínoticias Staff
Este, 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha de gran importancia que, desde 1999, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha dedicado a visibilizar y combatir la violencia de género en todas sus formas. Este día busca recordar y frenar «cualquier acción u omisión, basada en el género, que cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte», tanto en el ámbito privado como público.
La violencia contra las mujeres es un problema global que afecta a millones de mujeres en el mundo, y en México, los datos alarmantes sobre esta realidad reflejan una situación grave que requiere una acción contundente. Desde la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) hasta la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL), las estadísticas proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) continúan arrojando cifras preocupantes que evidencian la magnitud del problema. A continuación, se destacan algunos de los sectores más vulnerables y las formas de violencia que enfrentan las mujeres.
Mujeres privadas de la libertad: un sector en grave riesgo
Las mujeres en situación de reclusión enfrentan condiciones de extrema vulnerabilidad debido a la falta de políticas penitenciarias con enfoque de género. Las cárceles fueron diseñadas predominantemente para hombres, lo que agrava las condiciones de abuso y maltrato. Según la ENPOL 2021, el 64.5% de las mujeres privadas de la libertad (PPL) han sufrido violencia psicológica durante su detención, una cifra que no difiere mucho de los hombres. Sin embargo, las mujeres son más propensas a ser amenazadas con daño a sus familiares o presionadas para hacer denuncias, situaciones de abuso psicológico que afectan profundamente su bienestar.
Por otro lado, las mujeres privadas de la libertad también enfrentan una violencia física y sexual particular. La prevalencia de violencia sexual en este grupo es alarmante, pues el 15.5% de las mujeres reportaron haber sido víctimas de acoso sexual, manoseo o intento de violación, una cifra cinco veces superior a la de los hombres en prisión. La violencia sexual, aunque también afecta a los hombres, es una de las formas más impactantes de agresión hacia las mujeres, poniendo en evidencia la necesidad de reformas profundas en el sistema penitenciario.
Mujeres adultas mayores: una realidad de abandono y maltrato
La violencia contra las mujeres adultas mayores sigue siendo un problema grave que requiere atención urgente. La ENDIREH 2021 revela que el 14.6% de las mujeres de 60 años y más experimentaron violencia en el año previo a la encuesta, siendo la violencia psicológica la más prevalente (13%). Además, situaciones como el abandono y los insultos son comunes, lo que agrava la soledad y el maltrato hacia este grupo vulnerable.
A menudo, las mujeres mayores son vistas como dependientes o frágiles, lo que las hace más susceptibles a sufrir violencia, ya sea física, económica o psicológica, dentro de su propio hogar. Es urgente que se promuevan políticas públicas que garanticen el respeto, la seguridad y la dignidad de las personas mayores, particularmente las mujeres, quienes a menudo son las más invisibilizadas.
Mujeres con discapacidad: doble vulnerabilidad
Las mujeres con discapacidad enfrentan una doble discriminación: por su condición de género y por su discapacidad. De acuerdo con la ENDIREH 2021, el 75.1% de las mujeres con limitación han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida. En los últimos 12 meses previos a la encuesta, el 41.5% de las mujeres con discapacidad vivieron violencia, cifra que sube al 45.7% en mujeres con limitación. La violencia psicológica es una de las formas más prevalentes de abuso, con una diferencia notable entre mujeres con y sin discapacidad, con un porcentaje de 32.9% frente al 26.9%, respectivamente.
Además, la violencia sexual también afecta a un número significativo de mujeres con discapacidad, lo que subraya la urgente necesidad de crear sistemas de protección más inclusivos y eficaces para este grupo de población.
Violencia durante la atención obstétrica: un abuso silencioso
Un tema particularmente grave es la violencia obstétrica, que muchas mujeres sufren durante el proceso de parto o cesárea. Según la ENDIREH 2021, el 31.4% de las mujeres que dieron a luz entre 2016 y 2021 experimentaron violencia durante el proceso de atención. Esta violencia incluye desde actitudes despectivas y maltrato verbal por parte del personal médico hasta la imposición de procedimientos sin el consentimiento adecuado, como la presión para someterse a cesáreas innecesarias o la falta de atención adecuada en momentos críticos. Los hospitales públicos, en particular, registran una mayor prevalencia de este tipo de abuso, lo que refleja una gran deficiencia en el trato hacia las mujeres en el sistema de salud.
El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer es un recordatorio urgente de la necesidad de tomar acciones concretas para erradicar todas las formas de violencia de género. No solo es un día de conmemoración, sino un día para reflexionar sobre el compromiso que tenemos como sociedad para garantizar la seguridad, el respeto y la dignidad de todas las mujeres. La violencia no solo les afecta a ellas, sino a toda la sociedad, y es responsabilidad de todos trabajar para erradicarla.
Este 25 de noviembre, no solo se honra a las víctimas de violencia, sino que también se renueva el compromiso global para que, en el futuro, las mujeres puedan vivir sin miedo, sin violencia y con los derechos plenos que les corresponden como seres humanos.