Reúne más de 10 mil piezas, desde los años 20 del siglo pasado hasta la actualidad; tiene el potencial para convertir a Tuxtla Gutiérrez en la tercera ciudad del país en contar con un lugar dedicado a los juguetes
Arnold Jarquín /Aquínoticias
Los juguetes son algunos de los objetos más abundantes, apreciados y con gran carga simbólica, durante la niñez se convierten en el disfrute de cada persona y en la vida adulta se transforman en un recuerdo vinculado con el gozo.
En el país solamente hay dos museos dedicados a ellos, en la Ciudad de México y en San Miguel de Allende, Guanajuato, pero en Tuxtla Gutiérrez se encuentra la colección más grande de juguetes artesanales e industriales: el Museo Conejo del Juguete.
Gracias a la pasión que ha tenido el promotor cultural y geógrafo, Roberto Ramos Maza por reunir más de 10 mil piezas, este museo, que por ahora es virtual, tiene el potencial para convertir a la capital chiapaneca en la tercera ciudad del país en contar con un lugar de este tipo.
Esta colección guarda piezas desde los años 20 del siglo pasado hasta la actualidad, y con ellas recrea escenarios de la vida cotidiana, realidades o aspiraciones de la realidad representada por la diversidad, donde conviven elementos con gran variedad de procedencias, materiales y temáticas.
Una de las principales características que tiene es romper con estereotipos que en la actualidad aún se difunden en las jugueterías, la separación de los juguetes de niño y niña.
Ramos Maza considera que en esta colección los juguetes no tienen género, lo que permite al expectante la libertad de interactuar con las piezas según sus gustos e intereses. Tampoco se dividen en artesanales o industriales, no se desprecia ningún tipo de juguete.
El hilo conductor de la colección son el gozo, el diálogo y la convivencia, porque eso son en gran medida, los objetivos del juego, una de las principales actividades humanas y no solo en la infancia.
Además de los juguetes, las colecciones incluyen libros, fotografías, documentos y otros objetos. Los libros son una parte importante del acervo, específicamente, aquellos que por su diseño o ilustraciones pueden ser considerados obras de arte editoriales, con contenidos referidos en una gran medida a clásicos de la literatura infantil y juvenil.
Por ahora solo se puede conocer este espacio de manera virtual, en su página de Facebook: Museo Conejo del Juguete.