En alusión a la próxima discusión en la Suprema Corte sobre la Reforma Judicial, la presidenta Claudia Sheinbaum enfatizó que contravenir la transformación del sistema judicial es ir contra el pueblo y la Constitución
Aquínoticias Staff
Durante la conferencia matutina conocida como “Las mañaneras del pueblo”, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo defendió enérgicamente la reforma al Poder Judicial, destacando que es un cambio constitucional respaldado por el voto mayoritario de la ciudadanía. “No se puede negociar lo que ha decidido el pueblo y lo que ya es Constitución”, subrayó Sheinbaum, dirigiendo su mensaje a los ocho ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que han cuestionado la reforma.
La mandataria dejó claro que el gobierno está preparado para la resolución que se discutirá próximamente en la SCJN. Sheinbaum enfatizó que la intervención de la Corte en este proceso es lo que ha creado un problema constitucional, ya que, en su opinión, no está dentro de las facultades del máximo tribunal legislar sobre la Constitución. “Tiene que quedar muy claro que ocho ministros no pueden estar por encima del pueblo de México”, insistió la presidenta, apuntando a un posible conflicto entre el Ejecutivo y el Judicial.
Sheinbaum comparó la situación actual con reformas pasadas, recordando la modificación al Poder Judicial durante el gobierno del expresidente Ernesto Zedillo, cuando se centralizó el poder de elección de los ministros en manos del presidente. Este paralelismo subraya, según Sheinbaum, la diferencia entre un sistema que servía a las élites políticas y la reforma actual, que busca democratizar la elección de jueces, magistrados y ministros al empoderar al pueblo para que vote directamente.
El trasfondo de esta situación radica en un debate sobre la independencia del Poder Judicial y la búsqueda de mecanismos que refuercen la transparencia y legitimidad de sus miembros. La reforma impulsada por Sheinbaum propone un cambio significativo al establecer elecciones abiertas para la designación de jueces y magistrados, un modelo sin precedentes en México. Mientras la presidencia defiende esta medida como una vía para acercar el sistema de justicia al pueblo, críticos han señalado posibles riesgos de politización.
Expertos en derecho constitucional y analistas han señalado que la autonomía del Poder Judicial es un pilar fundamental de la democracia, y cualquier reforma debe equilibrar la independencia judicial con la rendición de cuentas. Sin embargo, la presidenta mantuvo su postura: “Mientras no traicionemos al pueblo, el pueblo nos va a apoyar”, afirmó, reiterando su convicción de que el vínculo entre el gobierno y la ciudadanía es más fuerte que nunca.
A medida que se acerca la discusión en la SCJN, el país observa con atención las implicaciones de esta disputa entre poderes. La resolución que adopte la Corte podría definir el alcance de la reforma y sentar un precedente en la relación entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.