Narco obliga a México y EEUU a reforzar cooperación en seguridad

El uso de drones por parte del crimen organizado llevó a ambos países a ampliar el intercambio de inteligencia, coordinar entrenamientos y redefinir la colaboración fronteriza, bajo el compromiso expreso de respetar la soberanía mexicana

AquíNoticias Staff

El uso de drones por parte del crimen organizado encendió nuevas alertas en la relación bilateral entre México y Estados Unidos. Frente a este escenario, ambos gobiernos acordaron reforzar la cooperación en materia de seguridad fronteriza, ampliar el intercambio de información de inteligencia y coordinar entrenamientos entre fuerzas especiales, bajo una premisa central: la soberanía mexicana no está en negociación.

La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que estos acuerdos forman parte de reuniones periódicas entre ambos países y que cada punto fue definido con reglas claras. “En todos los acuerdos se hace énfasis en la garantía de la soberanía de nuestro país”, afirmó durante su conferencia matutina, luego de que surgieran cuestionamientos sobre el alcance de la colaboración con Estados Unidos.

Durante los encuentros bilaterales, autoridades estadounidenses manifestaron su preocupación por el uso de drones por parte de los cárteles. De acuerdo con Sheinbaum, se trata de un tema que no había sido abordado previamente de forma directa y que representa un riesgo tanto para México como para Estados Unidos, por su potencial para ataques transfronterizos.

Ante ello, el nuevo entendimiento contempla una mayor conexión de plataformas de análisis e intercambio de inteligencia para identificar desde dónde operan estos dispositivos y responder de manera coordinada. La mandataria aclaró que dichas herramientas no estarán instaladas de forma permanente en territorio mexicano y que su activación se realizará únicamente a solicitud del gobierno de México.

El acuerdo fue alcanzado durante la segunda reunión del Grupo de Implementación de Seguridad (SIG), celebrada el 11 de diciembre en la Ciudad de México. Además del tema de los drones, ambos países acordaron acelerar extradiciones, fortalecer el decomiso de bienes y avanzar en investigaciones relacionadas con el robo de combustible, delitos considerados clave en el financiamiento del crimen organizado.

Para Estados Unidos, uno de los ejes prioritarios sigue siendo el combate al tráfico de fentanilo. Esto ocurre en un contexto de endurecimiento de su política antidrogas, luego de que el presidente Donald Trump calificara esta sustancia como un “arma de destrucción masiva” y declarara a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.

Sheinbaum señaló que su gobierno analizará las implicaciones de esa medida y recordó que el fentanilo también tiene usos médicos legales. Al mismo tiempo, reiteró que México no permitirá ningún tipo de intervención extranjera en su territorio, ni operativos fuera de los acuerdos establecidos.

Como parte de esta cooperación, la presidenta solicitó al Senado autorizar el ingreso temporal de 29 militares estadounidenses para realizar entrenamientos con la Armada de México. El grupo estaría conformado por 19 elementos de los Navy SEALs y 10 integrantes del Séptimo Grupo de Fuerzas Especiales.

El documento enviado al Congreso precisa que su participación será exclusivamente de capacitación y no de operación contra el crimen organizado. La estancia está prevista del 19 de enero al 15 de abril de 2026, y las actividades se desarrollarán únicamente en instalaciones navales mexicanas, ubicadas en el Estado de México y Campeche.

El programa, denominado “Mejorar la Capacidad de las Fuerzas de Operaciones Especiales”, incluye ejercicios terrestres, aeromóviles y maniobras marítimas, con el objetivo de fortalecer las capacidades de las fuerzas mexicanas y mejorar la coordinación bilateral.

El acuerdo también contempla que elementos de la Marina mexicana viajen a Estados Unidos para recibir adiestramiento especializado en Camp Shelby, Mississippi, durante los primeros meses de 2026. A diferencia de otros esquemas regionales, el gobierno mexicano detalló públicamente el número de militares, las fechas y los lugares de los ejercicios, como mecanismo de control y transparencia.

La próxima reunión del Grupo de Implementación de Seguridad está programada para enero de 2026, cuando se evaluarán los avances y el impacto de estos acuerdos en la frontera. Mientras tanto, el mensaje del gobierno mexicano se mantiene firme: cooperación sí, subordinación no.

Vía Sin Embargo

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