¿Negligencia o descuido?, «refinando» el caso Cactus

Mientras los directivos del complejo de Pemex tratan de minimizar los hechos, como el ocurrido este martes y que dejó a 11 de sus trabajadores con quemaduras de gravedad, el propio personal desmiente las versiones

Julieth Rodríguez/Portavoz

[dropcap]P[/dropcap]etróleos Mexicanos (Pemex) desmintió que se tratara de una explosión lo que dejó a 11 de sus trabajadores con quemaduras de gravedad, sino que se trató del flamazo en un ducto del Complejo de Procesador de Gas «Cactus», en Reforma, Chiapas. Atribuyó el incidente a un «mal movimiento»; no obstante, antes ya hubo incidentes similares que han alarmado a la población que incluso, ha acusado a la paraestatal de contaminar sus tierras.
Este incidente acaeció en la ranchería San Miguel, Segunda Sección, en la laguna «El Limón», por donde pasa el ducto de nafta ligera de la paraestatal. 10 de los afectados han sido reportados como estables pero continúan en observación médica; ocho más sufrieron crisis nerviosa y «personal de combate a incendios de Pemex controló de manera expedita el fuego», informó la Secretaría de la Defensa Nacional mediante un comunicado.
El 13 de abril de este año, al menos 2 mil obreros fueron desalojados tras una explosión en el inmueble petroquímico (mil obreros y aproximadamente 900 pertenecientes a empresas contratistas).
El evento sucedió a causa de un desfogue (quema de gas acumulado en los ductos, como mantenimiento) por una sobreproducción, informó a la prensa local el director del complejo, Francisco Velasco Cantoral; una maniobra que debía realizarse de esa manera, ya que «bloqueos en la zona no permiten el ingreso a las unidades de gas y azufre».
Los trabajadores ofrecieron una versión distinta, en la que refirieron que explotó una brida, una especie de tapón que se coloca a las tuberías para evitar fugas. Las demarcaciones cercanas no necesitaron ser desalojadas.
10 días después de ese hecho, la misma población reportó explosiones en el interior del «Cactus» ubicado en la ranchería San Miguel, Segunda sección de ese municipio. Al parecer se trató cuatro repeticiones ocurridas durante la madrugada, por lo que se temía que hubiese heridos.
El área administrativa de Pemex de nuevo argumentó desfogue preventivo y admitió que los estallidos se escucharon hasta a cinco kilómetros a la redonda, con una intermitencia de una hora entre cada una de las más importantes. Respecto a lo que en el argot petrolero se le conoce como «contraexplosiones» (de naturaleza controlada), se implementaron porque desde días antes sufrieron una falla eléctrica que permitió que el gas se acumulara. Las llamas fueron visibles a la distancia, según documentaron los habitantes por medio de video.

Suspicacias

Así, mientras los directivos del complejo tratan de minimizar lo que al interior pasa, el propio personal desmiente las versiones. Esas veces no serían las únicas en las que Pemex «maquilla» los hechos ante la prensa; no obstante, el caso que más suspicacias generó fue aquel en el que un trabajador falleció y dos más resultaron intoxicados, mientras efectuaban trabajos de soldadura en el complejo petroquímico, el sábado 10 de septiembre del año pasado.
Los empleados habrían inhalado gas sulfhídrico cuando retiraban «juntas» en un circuito de desfogue de gas en el área de «endulzadoras 11 y 12», como consecuencia de una falla en el suministro de aire. La prensa tabasqueña informó que a las 11: 00 de la mañana de ese día, uno de los trabajadores trataba de bajar el equipo de soldadura pero resbaló, cayó y se fracturó una pierna; sus compañeros, en su intento de auxiliarlo, se despojaron del equipo de respiración de oxígeno.
Sus compañeros de habrían llevado a los tres afectados al servicio médico al interior de «Cactus», donde una hora después, se reportó el fallecimiento por intoxicación del tabasqueño Manuel Alejandro Rodarte Mayorga, asignado al departamento de soldadura.
El 1 de octubre de ese año, el columnista Francisco Alfaro Ruiz —de Tabasco Hoy— aseveró en su espacio haber sido contactado por personal del complejo, para proporcionarle una nueva versión de lo acontecido.
Le habrían hecho saber que mientras Rodarte Mayorga retiraba la «junta» del circuito, hubo un escape de gas ácido, lo que desencadenó los hechos. «A decir de nuestra fuente —que nos envió un correo, y que revela datos importantes—, en ese instante se presentó una falla en el compresor que le destilaba aire de respiración, por lo que el trabajador, al estarse sofocando por la supuesta falta de aire, en su desesperación se quitó la máscara de protección y suministro de aire, inhalando el mortal gas, falleciendo de manera instantánea», se lee en su columna.
El cuerpo quedó tendido en la plataforma del andamio improvisado, sin tobogán de emergencia, a ocho metros de distancia del suelo; no habría fallecido en el servicio médico de la petroquímica.
«Según parece el compresor que le proporcionaba aire al trabajador, supuestamente falló, pero dicho compresor ya había sido reportado en tres ocasiones ante el ingeniero Héctor de la O, superintendente de SSPA, de que estaba fallando y que no estaba en condiciones para utilizarse. Según se filtró, la bitácora de esos reportes, desapareció».
Respecto al empleado fracturado, se dijo que ante la falta de oxígeno, se lanzó al vacío, lo que le provocó golpes en la cabeza y fractura de tobillo.
«La fuente indica que ese tipo de maniobras o procedimientos, están prohibidas realizarse en fin de semana o en días festivos, de acuerdo con las Directrices «Cero Tolerancia en SSPA». Punto 1″.

Contaminación

Las «contraexplosiones» implementadas por desfogues preventivos no sólo alarman a la población, la actividad del complejo entero ha ocasionado daños ambientales. El año pasado, los habitantes de la Ranchería San Miguel Segunda Sección efectuaron una protesta para exigir a Pemex reparación caminos y resarcir de forma económica las afectaciones, consecuencia de la lluvia ácida que genera la contaminación de «Cactus».
Jorge Torres Álvarez, representante de la comunidad, señaló para medios locales que desde el año 2014, los representantes del departamento de Atención Ciudadana y Desarrollo Social de la paraestatal se comprometieron a reparar siete kilómetros de camino de la comuna, así como a saldar los daños a sus cultivos, además de la ampliación de la red de agua.
«Pero desde esa fecha los de Pemex no cumplen con sus promesas, aunque están firmadas», sostuvo.
Por su parte, la revista digital periodística «Expresiones» documentó mediante un reportaje que complementó con fotografías y video, la contaminación presuntamente ocasionada por el complejo petroquímico.
Asevera que el comienzo de la actividad petrolera (1973) en Reforma, marcó también el inicio de la contaminación que en la actualidad padece la zona Norte del estado, que comprende a los municipios de Pichucalco, Ostuacán, Sunuapa, Juárez y Reforma.
Este último municipio tiene en su territorio dos complejos petroquímicos y de gas: «Cactus» y Nuevo Pemex; asimismo, se asentaron varias instalaciones de Pemex Exploración, como talleres y oficinas, pozos, además de las líneas y ductos que cruzan el subsuelo.
«Uno de los efectos de la contaminación de Pemex es la llamada lluvia ácida… La Laguna «El Limón» tiene alta contaminación por los desechos petroleros que arroja el Complejo Petroquímico «Cactus»… La mayor fosa séptica del estado se encuentra en Reforma; la Laguna «El Santuario» es contaminada las 24 horas del día todos los días», asevera respecto a la problemática.
Devela también que aunque en la administración de Pablo Salazar (2001-06) se destinaron recursos millonarios (casi 20 millones de pesos) para construir una planta de tratamiento de aguas negras, la obra nunca se terminó y como consecuencia, las bombas fueron robadas; las casetas, destruidas y el terreno donde estaba la geomembrana, fue invadido y loteado.
Acusa también de que los gobiernos verdes que han pasado por Reforma han demostrado nulo interés por salvaguardar el entorno; al contrario, se ha puesto del lado de la paraestatal y se ha criminalizado a los líderes de la ranchería San Miguel que encabezaron manifestaciones contra Pemex Petroquímica.

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