Ni el cielo es el limite

El activista Rosemberg Román utilizó la plataforma «Donadora.mx» para lanzar la propuesta «Salto por la Inclusión y la Democracia», que ayer se llevó a cabo en Cuautla, Morelos. Visibilizar las condiciones de vida de las personas con alguna limitante física y abonar a una más amplia y permanente cultura inclusiva, los objetivos

Julieth Rodríguez / Portavoz

[dropcap]P[/dropcap]romover una sociedad accesible e inclusiva es el propósito del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Con motivo de esta ocasión, se ha recordado la historia de vida de individuos destacados en su ámbito como Stephen Hawking, Hellen Keller, Nick Vujicic y Adriana Macías. No obstante, también hay que echar una mirada hacia lo local, como al arrojo y valentía del joven chiapaneco Rosemberg Román.
El 3 de diciembre fue la fecha pactada para la hazaña; el lugar, la amplitud del cielo a 17 mil pies de altura. Si uno subiera al techo del edificio más alto de Tuxtla Gutiérrez, no estaría ni por atisbo cerca de ese parámetro.
La vastedad del azul cae sobre las cabezas de quienes asistieron para presenciar el momento; contrasta con el verde vetusto del suelo descampado y unas montañas. La cámara apunta arriba, muy arriba, y sólo alcanza a capturar un punto blanco a lo lejos; entonces, aparecen cinco figuras más que poco a poco se van acercando en picada hasta que sus formas cobran nitidez: paracaídas. Seis, siete, ocho que aterrizan.
Apenas localizan en descenso su parachute —amarillo, blanco y azul—, una cuadrilla de hombres acude a su encuentro. «¡Salto por la inclusión, internacional», se escucha decir a quien graba; le siguen los aplausos y la bulla de algarabía. Sano y salvo en tierra, ya cumplido el propósito, Román no deja de sonreír. Se destaca sobre todo, que fue un trabajo en equipo puesto que contó con el apoyo de Skydive Cuautla.

Salto por la inclusión

El también licenciado en derecho y presidente de la Fundación «Soy Incluyente» utilizó la plataforma «Donadora.mx» —una página web que permite recaudar donaciones en línea para cualquier causa o iniciativa social de manera segura y transparente—, para lanzar su propuesta denominada «Salto por la Inclusión y la Democracia» que se llevó a cabo en Cuautla, Morelos.
Al respecto, en su muro de Facebook, el activista menciona: «Lo hago para llamar la atención, sí, la atención, de personas, personajes, funcionarios, legisladores, presidentes, medios de comunicación, adversarios, amigas y amigos, para saltar ya a una inclusión efectiva en que la discapacidad no sea una barrera para acceder a la educación, al libre tránsito, a un cargo público de toma de decisiones, a una vida plena.
«Esto ni siquiera es por mí, es por miles de personas con discapacidad, sus familiares y personas asociadas a esta condición. Esto no es un sueño ni utopía, otras naciones, otras ciudades, otras sociedades ya lo han logrado, ¿qué falta en México, en Chiapas? Saltar. Saltar ya a una sociedad con respeto de la diversidad, saltar a una participación efectiva y no sólo el discurso, un salto mental a dejar de ver a las personas con discapacidad como sujetos de asistencia (…)»
En «Donadora» se explica que el salto de hecho es un acto simbólico que visibiliza a personas con discapacidad para promoverlos como sujetos de participación plena, para que dejen de ser vistos como sujetos de asistencia institucional y en cambio, se les promueva en cargos de la administración pública y de representación popular.
«Esto no sería extraordinario si no tomas en cuenta las dificultades que involucran hacerlo con una discapacidad severa, los miedos y los riesgos asociados, pero de eso se trata, de romper miedos, barreras y estigmas sociales asignados a la discapacidad», se lee en ese espacio.
Román sabe bien de lo que habla. Debió renunciar a una beca de manutención y a la movilidad académica para la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, a las que se hizo acreedor por su destacado desempeño en la Facultad de Sociología de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach).
La causa, las instalaciones de esa institución eran excluyentes, nada pensadas para personas con discapacidad o para quienes requieran moverse con silla de ruedas, como él, a causa de la paraplejia que le fue diagnosticada en su adolescencia. Se sorprendió que en la Unicach, una institución ubicada en provincia, se mostrara más dispuesta a adecuar lo que fuera necesario para garantizar su inclusión; y no haber recibido la misma respuesta de la máxima casa de estudios de México, según documentó El Universal en 2012.
A lo largo de los años, Román ha logrado conquistas importantes. Ha sido invitado frecuente en foros y conferencia no sólo del estado, sino del país. Ganador del Premio Estatal de la Juventud, y del primer lugar en la II Expociencia Internacional ESI-AMLAT 2004, de Brasil, ha demostrado que en efecto el único límite para el ser humano es el cielo.

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