De enero a diciembre de 2021 fueron asesinadas 3 mil 750 mujeres y niñas, y en lo que va de este año tan sólo en el mes de enero, fueron asesinadas 292 mujeres y niñas a nivel nacional
Redacción Cimac Noticias
Ciudad de México. Esta mañana, a un día de la marcha por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, un zepelin sobrevoló el cielo capitalino para recordar la violencia feminicida, la que cada día arrebata la vida a 10 y 11 mujeres y niñas en México y por la que mujeres de todas edades salen a marchar cada 8 de marzo.
México ya contabiliza de acuerdo con datos de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la violencia contra las mujeres (Conavim), 25 Alertas de Violencia de Género activas en 22 entidades. Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, señalan que de enero a diciembre de 2021 fueron asesinadas 3 mil 750 mujeres y niñas, y en lo que va de este año tan sólo en el mes de enero, fueron asesinadas 292 mujeres y niñas a nivel nacional, mientras que según información de Fiscalías estatales de 19 estados, de enero a diciembre de 2021 desaparecieron 10 mil 32 mujeres, niñas y adolescentes, la mayoría son menores de edad; y en el primer trimestre de este año el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, contabiliza 357 mujeres desaparecidas o no localizadas.
En este contexto, y con la siguiente leyenda de autoría anónima, se difundió en redes sociales, la imagen del zepelin sobrevolando distintos puntos de la capital del país con un señalamiento muy claro respecto a que la protesta no tendrá fin, pues no hay espacio que no se pueda alcanzar para exigir justicia, y el cielo de la Ciudad de México, es uno de ellos.
«Volamos con dolor en el cielo porque en el cielo estamos todas. Volamos porque el cielo no tiene dueño ni gobierno. Volamos porque en el cielo no hay fronteras geográficas, como no hay fronteras de tiempo ni fronteras entre la vida y la muerte. Volamos porque en las alturas estamos todas. Desde el cielo les hablamos a ellas y les hablamos a ustedes, a todos y a todas. Nuestras hermanas asesinadas viven en cada una de nosotras, existen en nuestra memoria y en nuestros cuerpos: ninguna en el olvido. Como mujeres siempre nos han dicho qué hacer y cómo hacerlo. Nos dijeron también qué no hacer y cómo no hacer las cosas. Nos ponen muros, vallas y granaderos. Nos dicen que no se pueden hacer pintas, que no se pueden romper ni quemar cosas: entonces también subimos. Subimos al cielo porque en el cielo no hay límites y porque allí somos todas».