«En este sexenio se sentaron las bases de la transformación y se comenzó a construir una patria nueva», afirmó el presidente López Obrador, asegurando que confía que Claudia Sheinbaum continuará con el proceso de transformación
Aquínoticias Staff
En una conferencia matutina cargada de reflexión y serenidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador compartió su sentir ante la inminente conclusión de su mandato. Durante su habitual «mañanera» de este lunes, López Obrador afirmó que se va tranquilo, sin tristeza y en paz, convencido de que su sucesora, Claudia Sheinbaum Pardo, continuará con el proceso de transformación que él ha encabezado durante los últimos seis años.
«No hay razón para la tristeza»
López Obrador describió su último informe de gobierno como un «acto importante y festivo», destacando que no hay motivo para la tristeza, sino más bien para el orgullo compartido. «Tenemos que sentirnos muy contentos, orgullosos todos, todos, millones de mexicanos que hemos participado en este proceso de transformación», expresó con satisfacción.
El mandatario se refirió a su gestión como una etapa en la que se revirtieron políticas que consideró nocivas para el país, caracterizadas por el pillaje, el saqueo, el clasismo, el racismo y la discriminación, las cuales, según él, prevalecieron durante los 36 años de neoliberalismo en México. «En este sexenio se sentaron las bases de la transformación y se comenzó a construir una patria nueva», afirmó López Obrador, aludiendo a su promesa de campaña de instaurar la «Cuarta Transformación» del país.
Logros económicos y sociales
En su propio análisis, el presidente subrayó los avances logrados en la reducción de la pobreza y la desigualdad, logros que considera fundamentales en su legado. «Se avanzó muchísimo, al poder informar que se redujo la pobreza en el tiempo que gobernamos, como no sucedía en décadas; que se redujo la desigualdad», mencionó. Estas afirmaciones están respaldadas por estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), que reportaron una disminución en la tasa de pobreza del 41.9% en 2018 al 37.5% en 2022, una de las mayores reducciones en décadas.
Desapego al poder y al dinero
Fiel a su estilo austero, López Obrador rechazó cualquier noción de nostalgia o tristeza ante su despedida del poder y la vida pública nacional. Subrayó su convicción de que «no hay que tenerle mucho apego ni al poder ni al dinero», e incluso se refirió a una de sus máximas, asegurando que no dejará que «el poderoso caballero don dinero» tenga cabida en su vida tras dejar la presidencia.
Rechazo a homenajes personales
Durante la conferencia, se le informó que un grupo de legisladores en Oaxaca estaba considerando colocar en letras de oro su frase emblemática «Por el bien de todos, primero los pobres» en el Congreso local. Sin embargo, López Obrador rechazó la idea, pidiendo que, en lugar de ello, se rindiera homenaje a figuras históricas mexicanas como Benito Juárez y Ricardo Flores Magón. «Yo no quiero eso», concluyó, sugiriendo que se inscribieran frases de estos líderes, como «Con el pueblo todo, sin el pueblo nada» de Juárez, o «Sólo el pueblo puede salvar al pueblo» de Flores Magón.
Un legado de Transformación
Con la tranquilidad que lo caracteriza, López Obrador se despide confiado en que deja un país en proceso de cambio, con bases más sólidas para una transformación que, en sus palabras, continuará bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum. Su legado, marcado por la austeridad, la lucha contra la corrupción y la justicia social, seguirá siendo objeto de debate en los años venideros, pero para el presidente, lo importante es haber contribuido a «construir una patria nueva» en México.