La Unicef lanza campaña para advertir a la ciudadanía que la crisis sanitaria actual sigue impactando y se mantiene activa, que ninguna medida es innecesaria, sino por el contrario puede evitar que el aislamiento se amplíe aún más
Lucero Natarén / Aquínoticias
Chiapas transita en su cuarta semana en verde en el semáforo de riesgo epidémico, las personas comienzan a bajar la guardia en los diferentes espacios públicos, en especial los jóvenes, sin embargo, pese a lo que se ha creído, nadie es inmune al COVID-19, jóvenes y niños han enfermado, incluso han muerto, de acuerdo a la Unicef.
De hecho, hasta el 7 de diciembre, en México se han enfermado más de 37 mil niñas, niños y adolescentes y 334 han fallecido por esta causa. El principal factor de contagio, destaca, son las personas con las que conviven a diario, por lo que es importante que jóvenes y adultos sigan cuidándose.
En Chiapas, hasta este 13 de diciembre, se han contabilizado 7 mil 942 contagios de COVID-19 tanto en personas adultas como menores de edad y mil 177 decesos por este padecimiento, según la Secretaría de Salud federal.
Ante este panorama y en la antesala de las fiestas decembrinas, la Unicef se ha dado a la tarea de exhortar a la población a quedarse en casa, mantener una distancia segura, de por lo menos 1.5 metros, y lavarse las manos recurrentemente.
Además, se recuerda a la población lo que las autoridades estatales han recomendado: festejar únicamente con las personas con las que se conviven en casa, evitando la visita de personas foráneas, incluso familiares.
Las consecuencias de ese relajamiento social con respecto a las medidas sanitarias como usar cubrebocas y evitar las conglomeraciones o salir sólo si es necesario, parecen hacerse visibles en la entidad.
Cabe señalar que las consecuencias de la pandemia para niñas, niños y adolescentes van más allá del riesgo de contagiarse, sino que también vulnera su derecho a una nutrición adecuada, ya que de acuerdo a la Encuesta ENCOVID19 de la Unicef de septiembre de 2020, 79 por ciento de los hogares en México no tienen acceso a una alimentación saludable.