Nos estan matando y a nadie le importa

Cientos de mujeres desaparecen a diario en México, quienes no solamente son secuestradas, sino que son torturadas, ultrajadas y asesinadas sin que se sepa la razón por la cual se cometen dichos crímenes y menos aún los culpables

Portavoz / Agencias

[dropcap]S[/dropcap]on las 5: 45 am, aún no amanece pero las calles ya están despiertas. Los faros encendidos de los autos iluminan la oscuridad de las calles y los autobuses, combis y microbuses inician sus trayectos para transportar a la gente. Las mañanas en el Estado de México comienzan temprano porque la mayoría de sus habitantes necesitan trasladarse a la Ciudad de México para trabajar o estudiar, y mejor hacerlo antes de que el tránsito sea insoportable.
María ha salido de su casa un poco tarde. Lleva en la mano una bolsa de plástico con los zapatos que usará en la oficina. Su bolsa, repleta de cosas, le pesa y lastima el hombro derecho. Su cabello húmedo le cae sobre la espalda. Es una mujer menuda, de tez morena clara. Apenas cumplió 27 años.
Camina apresuradamente y no pone atención al auto que comenzó a seguirla una cuadra atrás. Éste avanza lentamente, con las luces apagadas, para no llamar la atención. A María se le resbalan las monedas de la mano, al agacharse a recogerlas, quienes van en el auto, aprovechan la distracción para subirla a la fuerza. María desaparece y sólo queda sobre el suelo una moneda de cinco pesos y dos de cincuenta centavos.
Así como María, cientos de mujeres desaparecen a diario en México, quienes no solamente son secuestradas, sino que son torturadas, ultrajadas y asesinadas como si se tratara de beber agua; no hay culpables, ni se sabe la razón por la cual se comenten dichos crímenes, ya que no se puede hablar de una sola organización, sino de individuos a los que no les importa arrebatar una vida, provocar sufrimiento a la víctima o a la familia; son muchos los que se creen con el derecho a tomar el cuerpo, alma y futuro de una mujer simplemente porque «pueden».
Estos hechos ya no sólo son un fenómeno de desapariciones, se han convertido en algo mucho más grave (a pesar de que la sola desaparición ya lo era): violencia de género y feminicidios.
«El feminicidio se diferencia del homicidio común cuando se trata de circunstancias específicas, que además se perpetran con saña pero, sobre todo, en condiciones en las que el estado y sus agentes no lo castigan, sino que, por el contrario, existe impunidad ante estos hechos», según lo dicho por Marcela Lagarde, antropóloga.
Las cifras son alarmantes: en 2014, México ocupó el primer lugar a nivel mundial en abuso sexual, violencia física y homicidios de menores de 14 años, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); y entre el 2013 y el 2015, 6 mil 488 mujeres fueron asesinadas, según la Organización de las Naciones Unidas, así como 63 de cada 100 mujeres mexicanas de 15 años en adelante declaró haber padecido algún incidente de violencia (INEGI).
«En México tenemos un avance legislativo que protege a las mujeres de una vida libre de violencia, el problema es que de nada sirve si no se implementa a través de políticas públicas», dijo Rodolfo Domínguez Márquez, director de la organización Justicia, Derechos Humanos y Género, que pertenece al Observatorio Nacional contra el Feminicidio.
Es por ello que mujeres de México y el mundo entero se estén organizando y manifestando de distintas formas con el propósito de informar, mantener un frente común y erradicar las conductas violentas que pudieran derivar en situaciones más graves.
La ONU, a través de la OMS, ha dictado algunas recomendaciones para prevenir y ponerle un alto a las actitudes que fomentan la violencia de género en sus distintos grados. Dichas recomendaciones se relacionan a encontrar espacios donde se discuta, vigile y evite la violencia, garantizando a las mujeres espacios libres de ésta y donde no existan riesgos.
Es tarea de todos conseguir que el hogar y los espacios públicos sean más seguros para las niñas y mujeres, fomentando la autonomía económica, aumentando la participación, el poder de decisión y su seguridad en la vida pública y política, además de sumar a los hombres: parejas, amigos, familiares, etc. Este problema no es solamente de mujeres, la sociedad en general debe hacer consciencia, no permitir ni implementar ningún tipo de actitud o acción que pueda dañar o alimentar la violencia de género.
Nos están matando y a nadie parece importarle, es momento de llevar a cabo acciones que garanticen la vida y seguridad de la novia, madre, hermana, amiga, compañera de trabajo. Que garanticen la vida de un ser humano como tú. Que garanticen tu propia vida.

CIFRA
«El feminicidio se diferencia del homicidio común cuando se trata de circunstancias específicas, que además se perpetran con saña pero, sobre todo, en condiciones en las que el estado y sus agentes no lo castigan, sino que, por el contrario, existe impunidad ante estos hechos» Rodolfo Domínguez

DESTACADO
En 2014, México ocupó el primer lugar a nivel mundial en abuso sexual, violencia física y homicidios de menores de 14 años

Entre el 2013 y el 2015, 6 mil 488 mujeres fueron asesinadas, según la ONU, así como 63 de cada 100 mujeres mexicanas de 15 años en adelante declaró haber padecido algún incidente de violencia

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