En una reciente reunión del gobernador electo Eduardo Ramírez con ejecutivos de Nestlé, se discutieron estrategias para mejorar los ingresos de los productores y enfrentar los desafíos que enfrenta la industria del café en la región
Aquínoticias Staff
En un reciente encuentro con ejecutivos de Nestlé, el gobernador electo de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, reafirmó su compromiso con la cafeticultura, destacando su papel crucial en la identidad cultural del estado y en la mejora de las condiciones de vida de las familias chiapanecas. Ramírez Aguilar subrayó la importancia de que los productores de café obtengan ingresos más justos por su trabajo y pidió a los empresarios que eliminen intermediarios para asegurar que los beneficios lleguen directamente a quienes cultivan el café.
La cafeticultura es una tradición arraigada en Chiapas, un estado que es uno de los principales productores de café en México. Sin embargo, la industria enfrenta múltiples retos, incluyendo plagas, enfermedades de los cafetos y la fluctuación de precios en el mercado internacional. Durante la reunión, los ejecutivos de Nestlé presentaron a Ramírez Aguilar sus esfuerzos en la investigación y desarrollo de campos experimentales, así como en la creación de plantas más resistentes a estos problemas.
Nestlé ha estado trabajando en nuevas variedades de plantas que prometen una mayor resistencia y mejores rendimientos, una medida crucial para enfrentar los desafíos que enfrentan los cafetales chiapanecos. Estos avances son parte de una estrategia más amplia para fortalecer la industria y asegurar la sostenibilidad a largo plazo.
El gobernador electo destacó la importancia de estas colaboraciones entre el gobierno y las empresas para impulsar la cafeticultura, generar empleos y retribuir adecuadamente el esfuerzo de los productores. La cafeticultura no solo contribuye significativamente a la economía local, sino que también es un componente vital de la identidad cultural de Chiapas.
En este contexto, se prevé un enfoque renovado en apoyar a los cafeticultores mediante políticas públicas y alianzas estratégicas que fortalezcan la cadena de valor del café, desde la producción hasta la comercialización. La meta es asegurar que el café chiapaneco siga siendo un producto de alta calidad y que los beneficios económicos se distribuyan de manera justa entre quienes más contribuyen a su producción.
El impulso a la cafeticultura es visto como una oportunidad para revitalizar una industria ancestral y enfrentar los desafíos contemporáneos con una estrategia que promueva la equidad y el desarrollo sostenible.
