Malabaristas, traga fuego y bailarines ofrecen a la ciudadanía su espectáculo mientras el rojo del semáforo cambia, lo hacen para trabajar y para brindar a la población unos segundos de entretenimiento
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Esperar a que el semáforo en rojo cambie en los cruceros más importantes de Tuxtla Gutiérrez, puede ser no tan aburrido, si en la espera te encuentras a Alex realizando malabares encima de su monociclo de más de un metro de altura.
Guardando el equilibrio, Alex comienza a girar el balón de futbol, cuando logra tener mayor estabilidad, coloca un objeto en su boca en donde sitúa este balón y posteriormente –al tener ambas manos desocupadas, comienza a girar el otro de basquetbol con la mano izquierda y con la derecha a girar las famosas clavas de malabares.
Este espectáculo dura apenas unos segundos, sin embargo, debido a la altura en la que Alex se encuentra, es fácil que cualquier automovilista lo vea. Al bajar, con escasos 10 segundos uno que otro conductor decide apoyarlo con alguna moneda.
Rápidamente Alex, explica que esta actividad le permite solventar gastos familiares, sin embargo, el recurso es insuficiente, pero debido a la dura situación económica y la falta de empleo, realizar malabares en los cruceros, resulta una buena opción para poder tener un ingreso, «aunque es poco, es honrado», menciona Alex, antes de incorporarse nuevamente a su actividad.
Al igual que el malabarista Alex, en algunos puntos de la ciudad pueden apreciarse a traga fuegos, o incluso, a bailarines de folclor, quienes bailan brevemente mientras pasan a un costado de los automóviles para pedir un apoyo.
