Ómicron y otras variantes COVID-19: manejo de enfermos en casa

La Comisión Especial para la Atención de la Emergencia por COVID-19 de la UNAM presenta recomendaciones para atender a personas que presentan síntomas, evitando contagios y complicaciones por uso de algunos medicamentos no recetados por médicos

Lucero Natarén / Aquínoticias

Considerando que desde hace tres semanas en el país se ha reportado un aumento de casos positivos de COVID-19, la Comisión Especial para la Atención de la Emergencia por COVID-19 de la UNAM emitió recomendaciones para mantener la seguridad sanitaria en las actividades que realiza.

Los especialistas señalan que tanto el inicio del invierno, la entrada de nuevas variantes, mucho más contagiosas como la Ómicron, las fiestas y vacaciones de fin de año aceleraron los contagios, por ello es importante vacunarse, pues esta es la principal forma de evitar que una persona que se contagie con el virus causante de COVID-19 enferme gravemente y tenga mayor probabilidad de requerir hospitalización y morir. -Recordaron cuán importante es tener el esquema completo de vacunación-.

Sobre el manejo de enfermos con COVID en casa y para evitar riesgos de toxicidad u otras complicaciones de salud recomiendan :

No utilizar antibióticos de ningún  tipo (azitromicina, levofloxacina, ceftriaxona, ivermectina, hidroxicloroquina, etc.).

No ingerir antivirales que no tienen efecto contra el virus causante de COVID-19 (oseltamivir, amantadina, rimantadina, aciclovir, etc.).

No consumir medicamentos esteroides en los primeros cinco días de la enfermedad (cortisona, dexametasona, etc.).

Así como tampoco usar anticoagulantes sin supervisión médica (Aspirina, heparina, enoxaparina, clopidogrel). Por otro lado, si la persona padece alguna otra enfermedad para la cual tome medicamentos de forma regular, deberá continuar usándolos sin interrupción.

Es importante que al tener a una persona enferma en su hogar prevenga el contagio con los demás que habitan el domicilio, esto se logrará a través del aislamiento, el uso adecuado del cubrebocas, la ventilación abriendo puertas y ventanas y la higiene regular con los productos de uso habitual en el hogar.

Recomiendan usar el cubrebocas en todo momento (tanto en espacios abiertos como cerrados), cubriendo siempre nariz y boca;  y que si se utiliza cubrebocas de tela, use el que tenga tres capas y sea de una fibra natural (algodón); si el cubrebocas es quirúrgico desechable, también debe ser de tres capas. Su eficacia puede medirse si impiden el paso de la luz.

Señalan que, los cubrebocas de mayor eficiencia (N95, KN95, KF94, FFP3, FFP2, FFP1) es mejor utilizarlos en situaciones donde el riesgo de aerosoles provenientes de enfermos sea mayor, como puede ser al atender a un enfermo en casa, en un consultorio o en el hospital.

También deben tener a la mano:

Un termómetro para medir la temperatura (que no sea mayor de 38.0ºC) y un oxímetro de pulso para monitorear la oxigenación (que no baje de 92 por ciento).

La UNAM concluye que «una vez que la persona enferma de COVID-19 cumpla cinco días de aislamiento y no presente síntomas se podrá reincorporar a sus actividades con las medidas de precaución generales; en caso de continuar con síntomas, deberá completar diez días de aislamiento. Los contactos domiciliarios del enfermo también deberán guardar aislamiento durante cinco días, al término de los cuales podrán salir en caso de no presentar síntomas».

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