ONGs exigen un plan claro para devolver la paz a Mexico

Grace Fernández Moran, integrante del Movimiento por Nuestros Desaparecidos México, exhorta al nuevo Gobierno a «que garantice que las aportaciones, que nos cuesta darlas porque es nuevamente abrir las heridas, valgan la pena, que sí se vaya a ver reflejado en algo, que estemos plenamente convencidos de que va a funcionar»

Agencias

[dropcap]E[/dropcap]l inicio de los foros para la reconciliación nacional está a la vuelta de la esquina y ha despertado altas expectativas entre varios integrantes de la sociedad civil. Múltiples organizaciones palomean la intención, aunque muestran preocupación ante la ausencia de un plan que explique cómo sus aportaciones se concretarán en acciones y no queden sólo en actos mediáticos.
El pasado 22 de julio, Andrés Manuel López Obrador, virtual Presidente electo de México, informó que los «Foros Escucha para Trazar la Ruta de Pacificación del País y la Reconciliación Nacional», iniciarán el 7 de agosto en Ciudad Juárez, Chihuahua, y finalizarán el 24 de octubre en la Ciudad de México.
En un documento detalla que el objetivo es «generar un espacio de diálogo mediante la apertura de foros escucha en los cuales se identifiquen propuestas que respondan a las prioridades de los diferentes sectores de la población y en las diferentes regiones. Estas propuestas serán insumos para la formulación de políticas públicas para la pacificación del país y la reconciliación nacional».
Los ejes temáticos de la consulta, según se dio a conocer, son el pacto de reconciliación nacional, la reconstrucción del tejido social y pacífica convivencia, el desarme, la desmovilización, la reinserción de miembros de la delincuencia organizada y las garantías de no repetición.
Se pretende contar con la participación de víctimas, ciudadanía en su conjunto y múltiples sectores: comunidad campesina, indígena, académica empresarial, social, funcionarios, responsables de la defensa y el sector religioso. A su vez, se dio a conocer las fechas que se realizarán en varios estados de la República.
No obstante, la información difundida sobre el evento aún muestra varios claroscuros, pues en el calendario no se detallan lugares, cómo se convocará a las organizaciones civiles y cómo funcionará la metodología para que los foros realmente funcionen y no queden sólo en un espacio de voz y exposición de experiencias.

Expectativas y dudas
Colectivos, organizaciones sociales y de derechos humanos nacionales e internacionales aplaudieron la realización de la consulta, pero coinciden en que hasta el momento no se ve una metodología de trabajo clara y una definición de «los «cómos» se buscará el gran reto de la reconciliación, disminuir la violencia y aterrizar las propuestas de la ciudadanía.
Alfonso Durazo, próximo Secretario de Seguridad Pública, dijo, en los primeros días después del triunfo electoral de López Obrador, que el proceso de pacificación era «uno de los diez ejes estratégicos que integran la propuesta o el plan de seguridad» y que de ahí saldría una ley de amnistía, que surgirá a partir de una consulta (foros) a amplios sectores de la sociedad y contemplaba un periodo de justicia transicional.
El documento adelanta que en estas reuniones se abordarán políticas públicas sobre temas como el consumo y la tenencia de drogas; posesión y portación de armas y disminución de penas, así como delitos graves como desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales, feminicidios, tortura, trata de personas, tráfico de migrantes, homicidios, secuestros, delitos sexuales, extorsión, desplazamiento forzado, delitos de odio por discriminación o ideología política y contra la defensa de derechos humanos y la libertad expresión.
Grace Fernández Moran, integrante del Movimiento por Nuestros Desaparecidos México, expresa que es bueno que el próximo Gobierno tenga la intención de buscar soluciones a los graves problemas de violaciones a derechos humanos. Aunque señala que no se percibe una definición de metodología para el desarrollo de ese diálogo, cuyos ejes son temas sumamente extensos.
«No es que vaya a ser malo, simplemente es insuficiente la metodología. […] Se requiere de planeación, no nada más es pensar que «llego y prendo el switch de la seguridad y van aparecer los más de 37 mil desparecidos del país» […] La preocupación es en el sentido de que no hay un definición de la metodología que garantice que estos insumos, que pretenden extraer del dolor y del sufrimiento de las víctimas, se transformen en propuestas para empezar a trabajar a partir que se instale el nuevo gobierno», explica.
La portavoz de familias de desaparecidos manifiesta que aún hay muchas dudas en cuanto al desarrollo de la consulta, sobre a qué se le dará prioridad, cómo se sistematizará la información obtenida, y la forma de retroalimentación a los participantes.
«Estamos hablando que ya empiezan la próxima semana casi. Es sumamente precipitado el querer hacer foros para recibir insumos sin tener una propuesta de sistematización y reconsulta», señala
Alberto Solís Castro, director de la organización Servicios y Asesoría para la Paz (SERAPAZ), coincide en que la consulta se lanzó muy rápido y no hay claridad sobre cómo se estructurará, ni la conducción que permita materializar propuestas concretas para que no quede sólo en un gran rompecabezas.

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