Medios chiapanecos en una nueva ERA
Prensa y gobierno siempre han estado juntos. Si compartieran una cama quedaría espacio suficiente: Kent Brockman.
Cada gobernador que llega a la entidad imprime, además de su estilo de gobierno su forma y estrategia de comunicarse para con sus gobernados. En Chiapas los hemos tenido de diferentes maneras. Sin embargo el candidato de la alianza «sigamos haciendo historia» Eduardo Ramírez Aguilar, desde ya en plena campaña ha mandado un mensaje claro, directo y preciso de cómo será su relación para con los medios de comunicación chiapanecos dejando en claro que no será enemigo de los medios de estos.
De entrada es al menos una buena señal. El propósito de los medios de comunicación es precisamente comunicar con objetividad, sin embargo en determinado momento llega a ser una relación un tanto «espinosa» por diversos aspectos que en la mayoría de las ocasiones son vistos desde otra perspectiva.
En días recientes, en un ejercicio de comunicación circular, el candidato en referencia, convivió con medios de comunicación. De acuerdo con el periodista Tony Guillén, de la página «25 minutos», tres sexenios tuvieron que pasar para que un aspirante a la silla número de palacio estatal tuviera la iniciativa de relacionarse cercanamente con los periodistas chiapanecos y comprometerse a continuar así luego de ganar en las urnas el 2 de junio próximo.
“Una barca sin mar es como un político sin medios, un político necesita de los medios”, refrendo el candidato aliancista a un nutrido grupo de comunicadores. Yo aspiro a tener una relación de respeto y de amistad con los medios, y con los que no se pueda nunca voy a ser un enemigo de Chiapas y nunca voy a ser un enemigo de ningún medio de comunicación, señaló en discurso, discurso que dicho sea de paso le valió los aplausos de la asistencia.
Ponencias…
Previo a su ponencia, las periodistas Irma Ramírez, Gabriela Coutiño e Itzel Grajales hicieron uso de la palabra en donde enumeraron las carencias por las que atraviesan los reporteros de a pie, los que a diario salen a la calle, a sudar la gota para llevar a la redacción de sus medios la información. Aquí, hago un parentesis y explico. Ellos, somos, simplemente trabajadores como los demás de cualquier empresa. Sin embargo, en muchos casos muchos carecen de las más elementales prestaciones de salud, seguridad social, derecho a la vivienda, es decir, están en el desamparo en cuanto a prestaciones de sus derechos labores.
En más de una ocasión han fallecido compañeros en el más completo desamparo y desprotegidos de los más elemental. Ha sido gracias a la generosidad y solidaridad del gremio que se coopera con lo mucho o poco que se pueda para aliviar el momento difícil de los dolientes. En el sexenio pasado de Manuel Velasco se hablaba de al existencia de un fondo estimado en un millón de pesos para la protección y atención a periodista, del cual nunca se supo nada y se desconoce el destino del mismo.
Por ello, se hicieron diversas propuestas encaminadas a mejorar las condiciones de los trabajadores de los medios de comunicación entre las que destaca fijar reglas claras para el reparto equitativo de la publicidad gubernamental, mecanismo que hagan que propietarios de medios de comunicación se comprometan a brindar todas las prestaciones sociales y laborales a sus trabajadores, además de establecer mecanismos de seguridad para la protección y salvaguarda de la integridad física de los comunicadores.
Ello, si se toma en consideración que México es uno de los países más peligrosos en el mundo para el ejercicio periodístico, más aún que cualquier país en guerra. Ello, es comprensible si se toma en cuenta que desde el púlpito presidencial desde el inicio del sexenio del gobierno federal se arenga un día si, y otro también un discurso de odio a la prensa.
Por todo ello, se espera que a partir del 2025 se de una relación respetuosa entre gobierno y medios. Muchos no creen en esta idea, tienen el concepto de que la prensa debe ser reaccionaría y contestataria a todo lo que haga el poder, y no es así. Un buen gobernante, como se espera que sea Eduardo Ramírez Aguilar, sabre y debe de entender que el trabajo de los medios de comunicación es una especie de guía que va marcando los saldos negativos de su gobierno para corregirlos, y no un enemigo como lo entiende el actual Ejecutivo Federal.