Fuerza por México. Suma que resta
Mucho cuidado deben de tener en el bunker del candidato Eduardo Ramírez ante la presencia de personajes que lejos de sumar pueden restar a su campaña a la gubernatura. Me refiero al caso de la dirigente de ese remedo de partido llamado «Fuerza por México» Janet Ovando Reasola quién se caracteriza por la traición y deslealtad hacia quien le tiende la mano.
Muestra de ello es la traición que hizo a la confianza que le confirió la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional hace algunos años, partido al cual además de llevar al precipicio electoral dejó en números rojos y no entregó buenas cuentas en cuanto al manejo de las prerrogativas lo que le valió ser investigada por el CEN del blanquiazul.
Tan desleal fue su actuación que en noviembre del 2020 el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional determinó la expulsión de sus filas, junto con y Carlos David Alfonso Utrilla, quienes ocuparan el cargo de presidente y secretario general del blanquiazul en resepctgivamente,.
La expulsión de ambos líderes partidistas se habría dado por uso indebido de los recursos y prerrogativas de Acción Nacional, y que presuntamente fueron destinadas a agrupaciones religiosas en las que ambos ex panistas profesan su fe. A la llegada a la dirigencia del partido, de Carlos Palomeque Archila, actual presidente,se mencionó también la existencia de denuncias presentadas ante la Fiscalía General de la República por tratarse en este caso de recursos federales provenientes de autoridades electorales.
En este caso, documentos de la Comisión de Orden y Disciplina Intrapartidista del Partido Acción Nacional (PAN) revelan que la ex presidenta en Chiapas, Janette Ovando Reazola, y el militante Carlos David Alfonso Utrilla, tomaron dinero público para usos diferentes a los destinados.
Los documentos, indican que de acuerdo con el procedimiento sancionador COIDICN-PS-525/2019 del 11 de septiembre de 2020, elaborado a solicitud de la Comisión de Vigilancia del Consejo Nacional del PAN, en la resolución se determina la expulsión por actos contrarios a la disciplina partidista. La actual dirigente de Fuerza por México, obtuvo un beneficio o lucro cuantificable con la disposición indebida de los recursos asignados al partido vía prerrogativa, lo cual fue en detrimentos del sostenimiento del instituto político.
La falta fue doloso, pues es evidente que tuvo la intención manifiesta de infringir la normatividad partidista, ya que a sabiendas de su obligación como dirigente, actuó de manera coordinada para disponer de los recursos públicos, omitir los plazos y requisitos normativos en materia de fiscalización, y obstaculizar la revisión del uso y destino de los mencionados recursos”, menciona el procedimiento.
La falta denunciada fue calificada como grave mayor, ante las circunstancias en las que se dieron los hechos y por ello les impusieron como sanción de expulsión.
Aunado a las denuncias por irregularidades al frente del Partido Acción Nacional en la entidad, Ovando Reazola fue además exhibida como una de las legisladoras más faltistas en su legislatura en la Cámara de Diputados, con lo que demostró el poco interés que tiene por los chiapanecos y eso se explica debido a que ninguno votó por ella, pues al igual que la ocasión anterior llegó al escaño por favores de sus “padrinos políticos”, es decir por la vía plurinominal, denunciaron ciudadanos en la capital del estado.
A marzo, del 20178, de acuerdo a la página electrónica del Congreso de la Unión, se encuentran los datos, ahí se informa que Ovando Reazola, tenía más permisos que asistencias, y que estuvo ausente en las votaciones propias de la cámara, 111 veces, es decir, que poco le impórtalo que ahí se trata, como ella cobra bien, los temas del interés de la nación y otros que se ocupen.
Es decir, aunado al sueldo que percibió como «representante popular», también cobró y muy bien como presidenta del PAN en Chiapas.
