Palabras Claras / Silvano Bautista

El reto de Claudia Sheinbaum

Claudia Sheinbaum lo logró. Será si no es que es ya, a primera presidenta de México. Y llega a la primera magistratura con un amplio respaldo de la población superior incluso al número de votos que tuvo su antecesor y mentor, el actual presidente Andrés Manuel López Obrador.

Desde esta perspectiva, la ahora presidenta electa enfrenta diversos retos y el primero que tiene que resolver es el demostrar ser magnanima en cuanto a su administración, es decir mostrar generosidad y tener puentes de diálogo y comunicación con los diferentes actores políticos y sociales del país, más allá de que si votaron o no por ella.

Deberá diferenciarse de su antecesor por mantener los canales abiertos de comunicación institucional que contribuyan a bajar o minimizar la actual polarización Y división política y social que en los 5 años anteriores fueron impulsados desde la tribuna de la mañanera.

Tiene también, la oportunidad de revertir aquellos errores y resarcir los daños a madres que fueron afectadas con el retiro de las estancias infantiles, a los padres que se vieron afectados por el retiro de las quimioterapias a los niños con cáncer, a las personas de la tercera edad que al llegar a clínicas y hospitales carecen de los más elementales medicamentos para mejorar sus condiciones de vida.

Deberá también, demostrar que las obras faraónicas como el tren maya, la refinería de dos bocas y otras sean funcionales, viables y sobre todo que demuestren su efectividad en beneficio de los mexicanos y que las cifras multimillonarias que se han invertido no han sido un derroche de recursos.

En este mismo sentido, deberá de dar cumplimiento a su palabra de efectuar un combate efectivo a la corrupción y no solapar a quienes en este sexenio han sido señalados en este tipo de actividades ilícitas, situación que se ve harto difícil.

Otro de los retos más grande que enfrenta la futura presidenta Claudia Sheinbaum tiene que ver con el de la seguridad y demostrar que es su programa de «abrazo a los jóvenes» no será una mala copia de aquella estrategia fallida denominada «Abrazos no balazos»

Sin embargo, el reto principal que deberá enfrentar la próxima presidenta de México tiene que ver con la de volver a reconstruir el tejido social del país, lograr volver a unir a los mexicanos en un solo grupo, dejar de lado y atrás esa nefasta de división de fifís y chairos; de pobres contra ricos; de buenos contra malos que durante los 5 años tanto daño ha hecho al país.

Es decir, deberá de convocar y lograr convencer a todos los mexicanos de que la unidad es necesaria para sacar adelante a este país dejando de lado cualquier ideología política partidista tal y como lo hizo en saliente mandatario federal.

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