Palabras Claras / Silvano Bautista

Mario Gómez o seis años de impunidad

A las 5:30 de la tarde de un 21 de septiembre, pero de hace 6 años, unas balas criminales acabaron con la vida del periodista Mario Gómez allá en Yajalón. Desde hace varios años se ha venido señalando que no se calla la verdad matando periodistas pero a los grupos de intereses económicos y políticos ligados con el crimen organizado esto les tiene sin cuidado.

El trabajo de Mario Gómez había expuesto la corrupción en el ayuntamiento y a Jalón sin embargo su valiente labor afectaba serios intereses de grupos que mantienen una relación entre el poder político, económico y el crimen organizado. El trabajo del periodista asesinado sacaba a la luz lo que algunos bajo las sombras decidían o deciden debe de permanecer en el anonimato y oculto.

Y es que su crimen duele mucho, no solo a su familia, sino también a muchos colegas en todo el país que han pagado con su cuota de sangre el hecho de señalar la verdad. Y esa verdad incómoda que ocultan, es la insana relación cada vez más evidente entre la clase política y el crimen organizado. En muchos casos, si la política y el crimen organizado compartieran una misma cama sobre espacios suficiente.

Está más que claro que quienes atacan a periodistas buscan callar y mantener ocultos intereses poderosos; por ello los periodistas que realizan su trabajo de manera valiente se convierten en voces que arriesgan su propia vida para dar a conocer estos acuerdos.

De acuerdo al alto comisionado de la ONU en materia de libertad de expresión y periodistas, en méxico del 2019 a la fecha 47 periodistas han sido asesinados. Otras 7 personas más mantenían una reelección directa con trabajos en medios de comunicación.

De igual forma se reportan 17 periodistas desaparecidos ;13 fueron localizados con vida, mientras los 4 estantes siguen en calidad de desaparecidos.

Y es precisamente la impunidad y los vacíos legales lo que hace que cada vez se asesinen a periodistas con mayor facilidad. Muestra de ello, es la declaración del presunto autor material del atentado contra el periodista Ciro Gómez Leiva, quien palabra más palabras menos, dijo que se atrevió a atentar en contra de la vida de este porque en México no pasaba nada.

Si esto se suma la ausencia de planes de prevención y protección para los periodistas el panorama se complica aún más.

Es por ello, que los periodistas en México remarcan la necesidad de la existencia de organismos destinados de manera especializada a la protección defensa y procuración de Justicia ante los delitos que se cometan en contra de periodistas.

En la gran mayoría de los casos de atentados en contra de periodistas, a menudo no se agotan todas las líneas de investigación lo que da pie a la impunidad.

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