Palestra / Rodrigo Ramón Aquino

Casa dividida

El 16 de junio de 1858, al aceptar la nominación republicana para el Senado de Illinois, Abraham Lincoln pronunció un poderoso y elocuente discurso sobre la división nacional. En él afirma que «Una casa dividida contra sí misma no puede mantenerse en pie”.
A escasos días que que inicie formalmente la nueva era de Chiapas, el nombramiento de las personas que integrarán el gabinete de seguridad a partir del 8 de diciembre causó revuelo y expectativa. Son nada menos y nada más que los encargados de devolverle la paz al estado.
En su exhorto, y flanqueado por el nuevo fiscal Jorge Luis Llaven Abarca, el gobernador electo de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, hizo hincapie en la unidad y la determinación necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de las familias chiapanecas.
Nombró a Óscar Alberto Aparicio Avendaño como titular de la nueva Secretaría de Seguridad del Pueblo. A Juan Valerio Gómez Zamora como subsecretario de Operación Policial. A José Octavio García Macías: subsecretario de Inteligencia e Investigación. A Zeín Jerónimo Gil: subsecretario de Ejecución de Sanciones Penales y Medidas de Seguridad. A Guillermo López Murúa: subsecretario de Tránsito y Vialidad. A Eber Quintero Juárez: director general de la Policía de Investigación. A Sinuhé Toledo Laguna: secretario Adjunto del Consejo Estatal de Seguridad. Y a Jesús Alberto Oropeza Nájera como subsecretario de Relaciones Políticas y Mediación de la Secretaría General de Gobierno.
Este equipo tiene el respaldo y la confianza del gobernador entrante, pero también la enorme resposabilidad de dar resultados inmediatos, de modernizarse y ser transparentes, de cambiar en los primeros 100 días de gobierno, con acciones contundentes, la percepción de inseguridad que impera (la seguridad, esa bestia negra, es transversal, toca casi todas las esferas del desarrollo: la economía, la salud, la educación, el turismo… sin seguridad ningún gran proyecto se podrá realizar).
Y para evitar una casa dividida, lo primero que hay que hacer es limpiarla. Quien no le apueste a la felicidad y bienestar de Chiapas que se vaya. Quien desde las instituciones socaba la paz y la tranquilidad que se vaya. Quien no tenga la capacidad para el cargo que se vaya.
Para cerrar con Lincoln: «Tengamos fe en que el derecho hace la fuerza, y en esa fe, atrevámonos, hasta el final, a cumplir con nuestro deber tal como lo entendemos.»

ÁGORA
Miren lo que son los detalles. Ayer por la noche recibí una llamada de Juan Carlos Moreno Guillén, quien hoy será nombrado magistrado y presidente del Poder Judicial de Chiapas. Entre el saludo y ponernos al día (ya son muchos años de conocernos, pero muchos también sin vernos), me invitó a acompañarlo en su nombramiento en el Congreso del Estado. Ahí estaré, claro, pues además de amigo es uno de los profesionales del derecho más capaces del estado y del país. Hombre de Estado, ya con la madurez que dan los años y las experiencias, Juan Carlos llega en su mejor momento para sumarle a la nueva era que inicia.

CORRILLO
Se dice en los pasillos, en el transporte público, en los cafés y hasta en el cine que Oswaldo Chacón Rojas será el próximo rector de la Universidad Autónoma de Chiapas, la máxima casa de estudio de las y los chiapanecos, mi alma mater. De ser cierto, se avecina una muy buena época para la educación superior en el estado. Oswaldo no sólo es un académico y funcionario público de primera, es un enorme intelectual liberal que pudo nacer en Francia o Inglaterra, pero para fortuna de sus contemporaneos nos nació en el meritito Soyaló, Chiapas. Ya se la sabe: que tenga lo que tenga que venir.

Contacto:
9611395592
@Roraquiar

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