El PRIAN eres tú
Una tarea tenía Morena: ¡Una!: no convertirse en un partido político más.
Un vulgar y ambicioso partido político más.
Pero todo parece indicar que sí, que sí son iguales.
Y aunque digan que no y vivan una realidad aparte, la lucha intestina termina mostrándolos tal cual.
El morenismo hoy se divide entre los herederos ideológicos del obradorismo verdadero –llamémosles: los hermanos en la fe– y los que quieren entregar la iglesia a Lutero.
El oro y el poder, reales o imaginarios, casi siempre terminan corrompiendo a las personas.
Y aunque sí, Morena llegó al poder con la pluralidad de expresiones (y mi voto, hay que decirlo), fue menos cínico que ahora.
¿Qué es eso de afiliar a los Murat de Oaxaca o a los Yunes de Veracruz y santificarlos como si nada?
Por eso les vendría bien una actualizada de narrativa a muchos morenistas que no dejan de repetir la misma cantaleta.
Alguien se los tiene que decir: ya no es posible echarle la culpa al PRIAN, porque, ahora, el PRIAN eres tú, baby.
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