Las Vírgenes de Copoya bajaron este 14 de octubre, como cada año, pero en esta ocasión lo hicieron en automóvil
Sandra de los Santos / Aquínoticias
Las Vírgenes de Copoya, que son las imágenes del Rosario, Candelaria y María de Olochea, bajaron los 20 kilómetros de la comunidad de Copoya, en la parte alta de Tuxtla Gutiérrez, a la colonia Plan de Ayala en la misma ciudad, pero a diferencia de otros años, en esta ocasión lo hicieron en automóvil.
La celebración de la «bajada de las Vírgenes de Copoya» tiene cientos de años y ha permanecido a pesar de que hace más de una década la mayordomía zoque, que es la que mantiene la tradición, rompió con la jerarquía de la iglesia católica en Tuxtla, que estaba en contra de la procesión por considerar que tenía elementos paganos.
Las imágenes de las Vírgenes permanecen durante todo el año en una ermita en el Ejido Copoya y bajan dos veces al año. La primera es el 30 de enero para la celebración de la Virgen de Candelaria, que es el 02 de febrero; y la segunda vez es para las festividades de la Virgen de Olochea del 14 al 23 de Octubre.
La procesión, conformada por la mayordomía zoque, danzantes, músicos y creyentes, baja de la comunidad caminando, pero en esta ocasión debido a la pandemia las Vírgenes fueron llevadas en carro.
En el pasado mes de abril, cuando les tocó subir a las Vírgenes y ya estaba la pandemia, la procesión se hizo caminando, pero ahora la mayordomía prefirió que fuera en automóvil como medida de seguridad por la pandemia.
La primera vez que bajan las Vírgenes en el año su festividad se alarga por más de un mes y es considerada la celebración más larga de todo México. Pero, cuando lo hace en Octubre solo tarda una semana.
El festejo de las Vírgenes de Copoya une a habitantes de diferentes zonas de la ciudad, que siguen venerando a las imágenes, y también a distintas generaciones, que participan ya sea como danzantes, comideras o músicos.
La mayordomía zoque ha continuado con su calendario de celebraciones a pesar de la pandemia, peor ha hecho modificaciones como limitar el número de participantes, debido a la contingencia sanitaria.