Pandilla del «Jerry»: casi cinco décadas como guardianes de La Chuntá

En la Fiesta Grande de enero en Chiapa de Corzo se disfrutó este ocho de enero de la representación de estos icónicos personajes

Carlos Marroquín / Rotativo en Línea / Aquínoticias

Con la presencia de las Chuntá inicia en el estado de Chiapas una de las tradiciones que motivan a miles de chiapanecos a bailar por las calles y avenidas del municipio de Chiapa de Corzo: la Fiesta Grande de Enero.

Estos personajes simulan a la servidumbre de Doña María de Angulo, dama española que llegó desde la antigua Guatemala al pueblo de Chiapa de la Real Corona a mediados del siglo XVIII en busca de una cura para su hijo.

Desde ese instante, Chiapa de Corzo, hace de las Chuntá un elemento mítico rico en tradiciones y costumbres; una manera eficaz de preservar la cultura ancestral.

Este ocho de enero, miles de Chuntá recorrieron las angostas callejuelas de dicho municipio, en donde más de uno se vio envuelto en situaciones “jocosas”.

La algarabía y el bueno humor harán del primer día de anuncio, un momento inolvidable: miles de hombres vestidos de mujeres bailarán al sonido de tambor y carrizo por las diferentes iglesias; San Jacinto, El Calvario, San Gregorio, y Santo Domingo y casas particulares de Chiapa de Corzo, en punto de las seis de la tarde.

Uno de los grupos o pandillas que por su número y tradición familiar se han ganado el cariño de la gente, es la pandilla de los “Jerry” (sobrenombre del menor de los hermanos, de un total de cuatro: Charly, Esteban y Gerardo Madrigal), quienes desde que vieron la luz al nacer han hecho de la salida de la Chuntá un contacto espiritual con sus santos, de eso, ya 45 años han pasado.

Araceli Madrigal Nigenda, hermana mayor de la familia, mencionó que esta tradición es invaluable, y ahora que sus parachicos y chiapanecas son catalogados universalmente por la UNESCO al ser declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad son los propios pobladores quienes deben cuidar este maravilloso tesoro.

“Es una gran alegría, pero a la vez debemos estar orientando a muchas personas que nos acompañan, que sepan que ese día se celebra la Chuntá y no la tuxtleca”, dijo Doña Araceli Madrigal.

Por lo general la vestimenta, y pese que han pasado más de tres siglos, se compone por falda y blusa floreada (encajes de petatillo), en tanto la tuxtleca utiliza una vestimenta más regional haciéndose acompañar por un varón con ropa de manta y suelen recorrer las calles el 16 de enero.

Conservar las tradiciones y sobre todo fomentarlas de manera adecuada, será ahora uno de los retos que se vislumbran al pasado de cada edición de la Fiesta Grande de Enero, siendo que son muchos los turistas estatales, nacionales e internacionales, que de alguna manera participan en dicha tradición.

Por otra Doña Araceli expresó que los términos utilizados por algunos medios de comunicación han sido erróneos, como decir los Chuntáes, o carnaval de enero, cosa que confunde a la gente: “la palabra correcta es la Chuntá, porque somos mujeres que salimos a bailar. Y es tradicional siendo que no usamos grandes vestimentas como en el Carnaval de Veracruz, Sinaloa o Brasil”.

Los chiapacorceños, y claro toda la sociedad en general, deberán cuidar esta tradición evitando la contaminación por parte de sus participantes: “ahora que la danza de los parachicos es reconocida por la UNESCO debemos conservar la manera en que se hace; el baile nos es brincado sino en forma de vals. El Parachico debe irse a vestirse a la casa del patrón, porque es él quien guía y enseña como bailar”, puntualizó Araceli Madrigal Nigenda.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *