Las ventajas de sustituir las lámparas incandescentes, halógenas o «ahorradoras» por leds, van más allá de ahorrar dinero. Te presentamos las ventajas y aprovechamiento del color de luz para cada necesidad
Lucero Natarén / Aquínoticias
Las lámparas led han llegado a convertirse en la cúspide de la evolución de los dispositivos emisores de luz artificial. Hoy en día las bombillas led han alcanzado características que han superado a sus predecesoras e incluso sus contemporáneas, al poseer gran retorno de inversión, una vida útil larga, luz intensa y de calidad.
Las lámparas led se caracterizan por su resistencia: tienen una estructura menos frágil como lo eran sus predecesoras, las lámparas fluorescentes, las cuales poseen tubos de cristal.
Hablando de ellas, las led funcionan bien desde el primer momento – no como las lámparas flourescentes-, ya que no producen parpadeo durante el encendido y ofrecen todo su potencial desde que se pulsa el interruptor de luz.
Por cierto de la eficiencia lumínica, está podrá ser disfrutada por mucho tiempo. De acuerdo al sitio especializado m-electricidad.com, las lámparas led tienen una vida útil de hasta 50 mil horas, mientras que una halógena únicamente 2 mil.
Estás ventajas se acompañan de la quizá más importante, la alta eficiencia energética. Si se sustituye un foco halógeno se puede obtener un ahorro de hasta el 90 por ciento en el recibo de luz, asegura M-Electricidad.
En lo que respecta al sentido ecológico, los dispositivos led están hechos de materiales reciclables, además que, por su baja emisión de calor, genera ahorros en espacios climatizados.
Una luz para cada necesidad
Al momento de adquirir una lámpara led, se debe llevar la que más se adapte a las necesidades. Existen dos tipos de color de luz o temperatura de luz, las de luz cálida que van de los mil a 5 mil Kelvin (grado que determina el color de luz), mientras que las de luz fría, van de los 6 mil a los 10 mil Kelvin.
Si lo que se busca es relajarse, la luz cálida es la mejor opción, ya que al emitir luz similar a la del sol al atardecer, tendrá tal efecto. Se aconseja instalarse en lugares donde se busque la relajación, tales como la recámara, las estancias, la sala o dónde elija reunirse para pasar el rato.
Si lo que se desea es una mejor concentración, la luz fría es la adecuada, ya que es similar a la luz del sol al medio día. Esta servirá en espacios donde se realicen videoconferencias, talleres, estudios o cualquier actividad que requiera toda la atención.
