El problema aumenta para aquellos que sólo cuentan con un tanque para rellenar, pues esperar 24 horas podría representar que el paciente se agrave
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Hasta 24 horas de espera para rellenar tanques de oxígeno de uso medicinal. Esto es lo que les indican a familiares de personas que requieren este insumo médico, la mayoría de ellos tras contraer COVID-19 pero que se mantienen bajo supervisión dentro de sus hogares.
El problema aumenta para aquellos que sólo cuentan con un tanque para rellenar, pues esperar 24 horas podría representar que el paciente se agrave o que pierda la vida
«Ya contábamos con los tanques, desafortunadamente un familiar falleció el año pasado y ahorita otro familiar tenemos enfermo, ya teníamos los tanques… se debe tener en renta o comprar dos o tres tanques», dijo Romeo González, familiar de contagiado que acudió a un establecimiento para rellenar tanque de oxígeno.
Quienes enfrentan la preocupación de tener a su familiar enfermo de COVID-19, también deben afrontar la cuestión económica, pues destinan –en promedio- mil pesos tan sólo por rellenar los tanques, pero quienes aún deben comprarlo, corren el riesgo de no encontrar en los negocios establecidos y como consecuencia buscan en páginas donde duplican o triplican los costos.
Y es que, de acuerdo a vendedores establecidos, no hay desabasto de oxígeno, pero sí hay una reducción de tanques para rellenar el oxígeno medicinal, debido a que la población que adquirió tanques de oxígeno durante los meses más críticos de 2020 (y dejaron un depósito para su adquisición) no han querido devolverlos por temor a que algún familiar se contagie nuevamente y no logren conseguir uno de estos productos.
«No tanto por falta de oxígeno, el oxígeno siempre hubo en la planta, la cuestión es que en los primeros meses a la gente se les facilitó los tanques, antes era muy fácil, para que a alguien le asignaran uno era un depósito de 4 mil 500 pesos y los requisitos comunes, IFE, pagaré y se les asignaban, toda esa gente que se les asignó y cuando lo terminaron de usar… la gente no devolvió los tanques, los tienen guardados», explicó de César Trinidad, encargado de un establecimiento de oxígeno medicinal.