Quienes se dedican a este servicio, se han visto obligados a buscar alternativas laborales
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Aunque casi no se menciona, el sector del transporte público ha sido de los más perjudicados en lo que va de la pandemia del COVID-19, pues al no existir clases presenciales por más de un año, frenaron completamente sus servicios.
Por más de un año no percibieron ingresos y hasta hace algunas semanas, apenas algunos comenzaron a trabajar. El costo por estudiante oscila en alrededor de mil 200 pesos mensuales y con un cupo limitado de 10 pasajeros.
Quienes se dedican a este servicio, se han visto obligados a buscar alternativas laborales.
«Alternativa sí, yo por ejemplo ayudo a hacer limpieza en casa, o hago postrecitos para venderlos los viernes y sábados», dijo Lilia Emma Robledo Flores, transportista escolar.
Hasta hoy, las unidades de transporte escolar no trabajan al cien por ciento, y la pandemia continúa causando estragos a este sector.
«Pues ahorita el protocolo es únicamente 10 niños por unidad con eso podemos solventar gastos de la compra de gel, el desinfectante y todo lo que se les da a los niños antes de subir a la unidad», dijo Robledo Flores.
En meses pasados, habían solicitado a las autoridades de la Secretaría de Hacienda del Estado la condonación del pago de impuestos a este servicio de transporte de alrededor de 3 mil pesos (anual), sin embargo, la respuesta fue negativa.