Parkinson ha dejado de ser exclusivo de adultos mayores

En Chiapas se desconoce la cifra exacta de los casos juveniles que existen; sin embargo, especialistas del Hospital Gilberto Gómez Maza aseguran que cada vez son más los pacientes de entre 18 y 20 años que acuden a recibir un tratamiento farmacológico para combatir este padecimiento

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]S[/dropcap]ujetarse las agujetas, caminar distancias cortas o vestirse, son actividades cotidianas que la enfermedad de Parkinson convierte en acciones difíciles, e incluso imposibles de realizar.
Aunque en un inicio la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideraba el mal de Parkinson como un trastorno exclusivo de los adultos mayores de 60 años, se ha detectado que a nivel mundial existe un incremento en pacientes menores a los 30 años que presentan características exclusivas de este padecimiento, lo que mantiene en alerta a los especialistas de salud, quienes advierten que éste es mucho más agresivo en edades tempranas.
Por tratarse de un trastorno crónico degenerativo, los pacientes con Parkinson Juvenil pierden la posibilidad de ser adultos independientes a muy corta edad; razón por la que es de gran importancia que las y los jóvenes que presenten las primeras manifestaciones clínicas acudan con un especialista, pues mientras más tarden en iniciar el tratamiento la enfermedad avanzará a una mayor escala, corriendo el riesgo que en 10 años pierdan, incluso, el control del movimiento de su cuerpo y se conviertan en personas completamente dependientes.
Lo anterior, de acuerdo con el jefe del área de Salud Mental del Hospital Gilberto Gómez Maza, Jorge Castellanos, quien reveló que en Chiapas, el número de casos va en aumento y cada vez son más las personas jóvenes que acuden a recibir un tratamiento farmacológico para atender el trastorno.
Sin embargo dijo, aún no existe un diagnóstico preciso que indique con exactitud el número de casos, aunque considera que por tratarse de una enfermedad de origen genético que se ve influenciada por factores ambientales, el número de pacientes siga creciendo.
Explicó, que el mal de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo, crónico e invalidante, que afecta al sistema nervioso central. Este padecimiento, se produce por la muerte de dopaminérgicas, neuronas encargadas de producir dopamina, neurotransmisor muy importante para la función motora.
Dijo que en los últimos años se ha descubierto que uno de los factores ambientales que pueden desencadenar el Parkinson o provocar que el inicio de los síntomas sea más prematuro en pacientes que ya tienen una carga genética, es no beber agua potable, algo que señaló, es común en la entidad, lo que pone en mayor riesgo a los jóvenes de padecer Parkinson Juvenil.

Primeras señales

El temblor en reposo, rigidez o lentitud de movimiento son las principales señales de alerta; seguida de estas se encuentran la dificultad para hablar, trastornos de la marcha, equilibrio y postura, algunos pacientes también pueden presentar depresión y ansiedad, que igualmente afectan su salud y calidad de vida que, a larga, los convierte en dependientes absolutos de familiares y cuidadores.
Por esa razón es de gran importancia que el tratamiento inicie de forma inmediata y evitar que la enfermedad progrese rápidamente: «la clave es dar inicio inmediato al tratamiento, en el momento en el que presentemos los primeros síntomas deben acudir con un neurólogo que además, es el único especialista que podrá atender con exactitud el padecimiento».
El Parkinson Juvenil incapacita y desafortunadamente no es curable y tampoco prevenible, lo único que se puede hacer para apoyar al paciente es retrasar un poco la aparición de los síntomas.
«A una persona que inicia con el tratamiento a los 60 años se le puede llegar a tratar por 20 años y tener un buen control del padecimiento pero, desafortunadamente, para los jóvenes que lo padecen desde los 20 años en un periodo de 10 el tratamiento deja de ser funcional y la discapacidad del paciente empeora».

Una de las enfermedades más caras

Por tratarse de una enfermedad incurable, el tratamiento del mal de Parkinson es uno de los más costosos, señaló el especialista, quien destacó que los pacientes tienen que medicarse por el resto de sus vidas.
Un paciente llega a gastar cerca de 3 mil pesos mensuales en la compra de medicamentos, además, de las terapias físicas y, en la mayoría de los casos, psicológicas que los pacientes necesitan.
«El apoyo de los familiares es de gran importancia, los pacientes necesitan de cariño, comprensión y mucha ayuda, para realizar sus actividades cotidianas y sentir que no están solos en esto».
Por otra parte, recomendó a los pacientes mantener una vida activa y evitar dejar de realizar sus actividades cotidianas, pues entre más tiempo pase una persona en movimiento el tratamiento tendrá mejores resultados; contrario a que el paciente esté inmóvil, ya que solo ocasionará que sus músculos se contraigan más.
Cabe mencionar que desde el año 1997 la OMS instauró el 11 de abril: Día Mundial del Parkinson, como una forma de generar conciencia de los síntomas y las necesidades que padecen las personas enfermas por este mal.

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