El Movimiento de Parteras Nich Ixim, con 10 años de lucha, ha logrado avances históricos a nivel local, nacional e internacional, pero aún enfrentan desafíos para el reconocimiento pleno de su labor ancestral
Aquínoticias Staff
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el Movimiento de Parteras de Chiapas Nich Ixim, integrado por más de 600 mujeres de 43 municipios, alzó la voz para denunciar una realidad alarmante: la violencia de género y obstétrica que persiste en México, así como la invisibilización de su trabajo por parte del Estado y las instituciones de salud.
En México, el 48.8% de los nacimientos son por cesárea, de las cuales más del 38% son innecesarias, según cifras del Instituto Nacional de Salud Pública, la OMS y UNICEF. Esta práctica, acompañada de otros abusos en los servicios de salud, constituye un ejemplo claro de violencia obstétrica.
Las parteras de Nich Ixim han demostrado que su labor trasciende la atención del parto. En 2024, registraron más de 10,800 atenciones sin reportar muertes maternas o neonatales relacionadas con su intervención, evidenciando su compromiso con la salud comunitaria. Además de cuidar a madres y recién nacidos, se convierten en pilares de las familias y guardianas de la cosmovisión indígena, ofreciendo atención respetuosa en las lenguas originarias de Chiapas, como tsotsil, tzeltal y chol.
“No somos simples canalizadoras”, subrayan las parteras, quienes critican las políticas que intentan limitar su labor a tareas burocráticas. “Nos están robando la esencia y corazón de nuestra labor”.
El movimiento ha alcanzado importantes logros, como el reconocimiento estatal de las constancias de alumbramiento emitidas por las parteras, que permiten registrar a los recién nacidos sin intermediarios hospitalarios. A nivel nacional, lograron incluir a la partería tradicional en la Ley General de Salud, mientras que en foros internacionales, como el Foro Permanente de la ONU sobre Cuestiones Indígenas, se ha pedido priorizar la salud de las mujeres indígenas.
Sin embargo, persisten demandas urgentes:
- Reconocimiento económico de su labor.
- Administración autónoma de las casas de parteras.
- Mejora de los servicios hospitalarios para prevenir violencia obstétrica.
- Libre ejercicio de la partería sin restricciones.
A pesar de las adversidades, el Movimiento de Parteras Nich Ixim reafirma su compromiso con la defensa de la vida, la salud y la dignidad de las mujeres. “Con o sin normas, seguiremos acompañando a las mujeres y luchando por el respeto de nuestra labor y nuestra cosmovisión”.