La reforma energética impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, actualmente en discusión por legisladores, busca revertir la privatización promovida por Enrique Peña Nieto
Aquínoticias Staff
La presidenta Claudia Sheinbaum impulsa una reforma energética que pretende transformar el panorama del sector eléctrico y petrolero en México, devolviendo el control mayoritario de estos sectores a las empresas públicas del Estado. La Cámara de Diputados discutió este miércoles la propuesta que establece a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresas públicas al servicio del Estado, alejándolas del modelo de competencia abierto a la inversión privada instaurado en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum subrayó que esta reforma tiene como objetivo que el servicio público, y no el mercado, sea la principal función de Pemex y la CFE. “Es importante que las empresas regresen a ser públicas, no para competir como privadas, sino para ofrecer un servicio estratégico para el país», afirmó la mandataria.
La reforma también busca revertir el modelo que estableció que Pemex y CFE fueran catalogadas como «empresas productivas del Estado» con la misión de competir en condiciones de igualdad con las compañías privadas. Ahora, el enfoque estará en la preponderancia de la CFE, que controlará el 54% de la generación eléctrica del país, mientras que el 46% restante será gestionado por empresas privadas, bajo la premisa de mantener los contratos ya existentes.
Un aspecto relevante de la reforma es que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) estará obligado a priorizar la energía generada por la CFE sobre la energía producida por privados, sin importar si estas últimas fuentes son más limpias y eficientes. Sheinbaum defendió esta medida, argumentando que la CFE necesita ser fortalecida para asegurar su papel preponderante en el mercado energético. Además, se espera que esta preponderancia también incluya un aumento en la generación de energía renovable, un tema que ha sido prioritario en la actual administración.
Por su parte, Sheinbaum reiteró que el gobierno está comprometido en seguir el rescate de Pemex, la petrolera más endeudada del mundo. A pesar de una inyección de 952 mil millones de pesos por parte de la Secretaría de Hacienda en el gobierno anterior, Pemex reportó pérdidas de 13 mil 672 millones de dólares en el primer semestre de 2024. La CFE, en una situación similar, acumuló pérdidas de 74 mil 821.5 millones de pesos en la primera mitad de este año, lo que refleja el reto que enfrentan estas empresas.
La presidenta reafirmó su compromiso con el rescate de las energéticas del Estado y subrayó que, bajo esta reforma, Pemex y CFE no estarán sometidas a las mismas reglas de competencia que las empresas privadas, sino que operarán bajo un marco que les permita priorizar el servicio público sobre la rentabilidad. «Estas dos reformas son profundas y muy importantes para fortalecer al país», concluyó Sheinbaum, en referencia a las modificaciones en curso.