Entre la primera semana de enero de 2021 y la primera semana de julio de 2021 se registraron en total 443 defunciones de mujeres durante el embarazo, parto o puerperio
Angélica Jocelyn Soto Espinosa / Cimac Noticias
Ciudad de México.- A pesar de que los servicios sexuales y reproductivos fueron declarados como esenciales durante la pandemia, los datos más recientes de la Dirección General de Epidemiología, de la Secretaría de Salud, demuestran que, en lugar de reducir, durante este primer semestre de 2021 la razón de muerte materna aumentó 16.2 por ciento con respecto al mismo periodo de 2020.
El informe semanal de notificación inmediata de muerte materna reportó para la semana Epidemiológica 26 (la primera semana de julio de 2021) que la razón de mortalidad materna calculada es de 45.4 defunciones por cada 100 mil nacimientos estimados, lo que representa un incremento del 18.7 por ciento en la razón respecto a la misma semana epidemiológica de 2020.
Entre la primera semana de enero de 2021 y la primera semana de julio de 2021 se registraron en total 443 defunciones de mujeres durante el embarazo, parto o puerperio; en tanto que para el mismo corte de 2020 se registraron 381 defunciones. Esto representa un incremento de 62 defunciones más (16.2 por ciento) en el 2021 con respecto al 2020.
De acuerdo con el informe que elabora la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, las principales causas de estas defunciones son la COVID-19, con 149 (33.6 por ciento) casos de mujeres con virus SARS-Cov2 confirmado y 18 (4.1 por ciento) no confirmado. En segundo lugar (13.5 por ciento) están complicaciones como edema (hinchazón por acumulación de líquido), proteinuria (presencia de proteínas en la orina) y trastornos hipertensivos que complican el embarazo, el parto y el puerperio; les siguen las hemorragias obstétricas y el aborto.
Las entidades con más defunciones maternas son el Estado de México (69 casos), CDMX (32 casos), Jalisco (32 casos), Puebla (24 casos) y Chiapas (23 casos). En conjunto suman 40.6 por ciento de las defunciones registradas; y el grupo de edad con mayor RMM es el de 45 a 49 años.
Desde junio de 2020, como documentó Cimacnoticias, la Organización Panamericana de la Salud alertó en una conferencia virtual que el COVID-19 elevó el riesgo de muerte materna en toda América Latina pero México encabezaba la lista con, entonces, 50 defunciones maternas por o con esta enfermedad y mil 312 embarazadas contagiadas al 23 de junio de 2020. Con estos datos, hace un año México rebasaba en esta problemática por mucho al resto de países en la región, toda vez que los países que le seguía en cifras eran Brasil (con 32 muertes y 484 contagiadas) y República Dominicana, tercero en la lista (con siete muertes y 121 mujeres contagiadas).
De acuerdo con información recopilada por el Observatorio Género y Covid-19 en México –que es una plataforma integrada por distintas organizaciones civiles feministas– a pesar de que los servicios de atención obstétrica se han declarado como esenciales durante la pandemia, no hay información pública por parte de los Servicios de Salud de las entidades federativas sobre qué unidades siguen brindando atención materno-infantil y, específicamente, para urgencias obstétricas.
Además, las mujeres que optan por una atención del parto en casa con parteras profesionales o tradicionales, continúan enfrentando dificultades para el acceso al certificado de nacimiento de la persona recién nacida y los servicios de vacunación (o medicina preventiva) de algunas unidades médicas de las instituciones (IMSS) fueron suspendidos, y algunas unidades médicas de la Secretaría de Salud no brindan servicios porque se bloqueó el acceso a la localidad a personas externas.
Para hacer frente a estas afectaciones, el gobierno mexicano ha llevado a cabo algunas acciones, como la inclusión de las mujeres embarazadas dentro del grupo de personas con riesgo a desarrollar enfermedad grave o morir a causa de ella en el «Acuerdo por el que se establecen las medidas preventivas que se deberán implementar para la mitigación y control de los riesgos para la salud que implica la enfermedad por el virus SARS-CoV2 (COVID-19)», así como la presentación y publicación del «Lineamiento para la prevención y mitigación de COVID-19 en la atención del embarazo, parto y puerperio y de la persona recién nacida» que clasifica los servicios de salud materna y perinatal como esenciales.
El gobierno de México también difundió la Línea Materna (800 6283762) las 24 horas, los 365 días del año para la atención de dudas sobre las señales de alarma en el embarazo o información del embarazo, parto, puerperio o lactancia, y emitió un «Lineamiento para la reconversión hospitalaria» que señala no reconvertir hospitales destinados primordialmente a la salud materna.
No obstante, esto no ha sido suficiente por lo que las organizaciones recomendaron promover que los partos puedan ser atendidos en los Centros de Salud y Unidades Médicas Rurales para reducir la saturación del segundo nivel de atención y dar mayor divulgación y asegurar la correcta implementación del Lineamiento para la prevención y mitigación de COVID-19 en la atención del embarazo, parto y puerperio y de la persona recién nacida.