Poligrafo Politico / Darinel Zacarias

Blindaje laboral y laudos en las aldeas

«El día del juicio final, puede que Dios sea mi abogado de oficio» Joaquín Sabina

En Chiapas, los ayuntamientos no sólo deben bregar con el acoso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), también deben sortear otro gran dolor de cabeza, se llaman laudos laborales.
Son casos que presagian en muchas aldeas colapsos administrativos y financieros. La herencia de este tipo según los reportes, incrementa cada año en los ayuntamientos.
Hace unos días, autoridades en la materia realizaron una serie de talleres y ponencias denominadas «Los ayuntamientos electos y su situación frente a los laudos». El objetivo es prevenir y enseñar los mecanismos para abordar esta problemática.
Tan sólo en Chiapas, los adeudos por laudos en las alcaldías, supera los cinco mil millones de pesos. Y eso, se ha convertido en una amenaza severa, que bien puede llevarlos al colapso financiero.
El tema es delicado, porque atentará en la prestación de servicios a la ciudadanía y la ejecución de obra pública en los gobiernos municipales. Y eso podría entorpecer las agendas de trabajo y el incumplimiento a las promesas de campaña.
Exediles (de distintas administraciones), dejaron incrustados en nómina a gran parte de su parentela, amigos, testaferros, contestatarios, prestadores de nombre, operadores, cuncas, queridas y demás.
Lo peor de todo es que brincaban de administración en administración, no sólo eso, no laboraban como tal, eran de la Real Fuerza Aérea. Vaya, eran aviadores.
Sin embargo, los presidentes municipales pueden solucionar estos conflictos existentes de manera adecuada y con estricto apego a la legislación en la materia.
El trabajo de sus representantes jurídicos es parte medular para salir ilesos y que no cause estragos en la paga del pueblo.
El Secretario del Trabajo, Oscar Ochoa Gallegos llamó a los ediles en turno, a ser muy cuidadosos en el tratamiento del tema para no exacerbar los ánimos en detrimento del patrimonio público de los municipios chiapanecos y en defensa de los derechos laborales de las y los trabajadores.
Son más de 10 mil expedientes obran en el Tribunal Burocrático del Estado de Chiapas y que se encuentran en proceso, es la mayor preocupación para muchos ediles, que saben que en cualquier momento podrían ser embargados, en consecuencia a las sentencias por demandas laborales.
Las estrategias de blindaje electoral son muchas, pero la más sana y eficiente será siempre una sana y bien diseñada; defensa legal.
Hay procesos desde el 2006, que usaron amparos y que su procedimiento son tardados, en el 2016 la cifra de expedientes se elevó, los cambios de autoridades municipales propician ello.
Por eso los diabólicos leguleyos se dedican a este negocio. Pellizcan a la parte demandante y sangran a la parte de mandada. Es una práctica arcaica que ha funcionado.
El arte de la simulación es lo de ellos. Sacadera de dinero y explicaciones ininteligibles. Laudos aislados, engavetados. Predominan en la congeladora.
El negocio para estos huizaches es jugoso. Cada trienio, se frotan las manos. La dieta cae, de gotita en gota.
Tristemente, estos casos de litigios laborales siguen en crecimiento. Las alcaldías es la única fuente de trabajo en varias comunas y con la creación de sindicatos, estos espacios son acaparados.
Es parecer un cuento de nunca acabar. Se debe regular y legislar en la materia. Los cargos en áreas específicas deben ser pasajeros, en otras se entiende el arraigo de continuidad por la experiencia y el dominio.
En fin. Los afectados por estos conflictos siempre será el pueblo.
¿Quién dijo que tengo sed?

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