Agonía morenista
¡Qué nadie se sienta aludido, a mí las moralinas me hacen vomitar!
Joaquín Sabina
Incautos resultaron muchos aspirantes que habían venido desgarrándose las vestiduras por el Movimiento de Regeneración Nacional y su probidad a la liturgia obradorista.
En Chiapas, se advertía que la selección de candidatos siglados por Morena, tendría como resultado una diversidad de estupores.
Las distintas tribus emanadas de las alas radicales y pragmáticas, habrían de protagonizar una discrepancia a la hora de la selectividad de los hombres y mujeres que participarían en la justa electoral de este 06 de junio.
Pareciera que desde un cuarto de guerra, el dictado debiera ser muy claro y preciso, lograr el resguardo de las diputaciones federales y locales.
Y en la negociación fraguada en las altas esferas del poder, deberían colocar a las alcaldías a personajes o candidatos a modo. Prácticamente es parte de los trueques en esto de los abarrotes electorales.
Sin embargo, parece que esa selectividad de candidatos sigue causando mucho dolor de cabeza al instituto guinda, por ello el árbitro electoral concedió prorroga de 72 horas a todos los partidos políticos, para hacer los ajustes que crean necesarios.
Por ello, la agonía se agudizó este fin de semana y este lunes muchos pretensos agotan todas sus posibilidades, para estar en la boleta de estas elecciones de junio 2021.
Y como reza Sabina ¡Qué nadie se sienta aludido, a mí las moralinas me hacen vomitar!
Escribo esta locución, sencillamente porque muchos militantes del Morena fueron relegados. Soldados insignes y pioneros de la Cuarta Transformación en Chiapas, sencillamente quedaron congelados.
Se habla de una tropa que mantiene secuestrado el instituto vino, los motejan como los «Gordos», pero es claro que ellos únicamente son la fachada, las decisiones vienen desde otra latitud.
Ellos no son los peces gordos en temas de alquimia electoral. Quienes deciden y diseñan la estrategia son los mismos que tienen el control de los muchos institutos políticos y mueven las piezas, afín de entregar buenos resultados.
La encuesta fue el señuelo. Ganar tiempo y simular una democracia en la selección de los candidatos. Ejercicio demoscópico de ficción que engañó.
Pese a esto, muchos aspirantes siguen confiados en que el reloj tiene 60 minutos y que los milagros existen, esperan el transcurrir de este lunes 29 de marzo.
El llamado golpe de suerte puede avivar su esperanza, los cambios de género y los movimientos orquestados por los estrategas en el sube y baja, les pudiera favorecer.
Por lo pronto viene la fase de las decepciones. Un periodo de acusaciones y de luchas enseñadas por su Mesías: La legitimad, será el término manejado.
Ya no digamos de las desbandadas y de las alianzas de facto. Así es la política, escabrosa y de sorpresas.
Los más astutos aceptaran las ofertas, pactaran y terminaran por hacer valer los acuerdos coyunturales.
Esos «chimuelos» que hicieron su pre-registro sabían que su papel de atrancadores, no les iba alcanzar. No son redituables y seguirán siendo lo de siempre, bufones.
Así que por favor que no cause asombro que la popularidad del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y la aceptación ciudadana, venga a la baja.
El actuar de quienes tienen secuestrado a Morena en Chiapas, fue símil al proceder de aquel priato que tanto han desacreditado.
Lo que viene son pugnas en tribunales, declaraciones de candidatos despechados, burlados.
Votos de castigo. Pactos con el enemigo, ceder espacios a los institutos opositores.
Esperen la lista de los candidatos morenistas a las alcaldías en Chiapas. Y sí, como expresó un célebre personaje ¡Paz y ganancia para todos!
PD1: Willy Ochoa encabeza las preferencias electorales en Tuxtla Gutiérrez. Mientras que en Tapachula la exalcaldesa Rosy Urbina parece que trae una estructura sólida para volver a gobernar la Perla del Soconusco.
PD2: La labor que realiza Valeria Santiago en la dirigencia del PVEM es impresionante. Mujer de gran talento y un enorme ojo quirúrgico a la hora de seleccionar a los hombres y mujeres que darán la batalla en los próximos comicios. Sin duda, los resultados son palpables. ¡Mucho éxito!
¿Quién dijo qué tengo sed?