Poligrafo Politico / Darinel Zacarias

¡La Sucesión!

«Así que, de momento, nada de adiós muchachos, me duermo en los entierros de mi generación» Joaquín Sabina

Una semana de agonía y de sobresaltos. El tablero político en Chiapas era incierto, hubo mucha especulación. El tema de la sucesión tuvo varias lecturas. Tesis por aquí, por allá. Pero fue sólo eso, suposiciones.
La liga se estiró, la estiraron. No alcanzó las coyunturas y todo quedó en un autentico mercadeo. El alquimista ideó diversas estrategias. La idea central, cuidar su salida.
La sucesión de Manuel Velasco Coello, apuntó siempre a impulsar a una persona que custodiara una salida grata, sin contrariedades.
Alguien de toda la confianza, que le garantizara una salida decorosa y sin contratiempos. Esa persona apuntaba, siempre al Jaguar Negro.
Sí, Eduardo Ramírez siempre fue y será, el hombre de todas las lealtades de Manuel Velasco. Todo lo que hacia el Rebelde Verde, era con la anuencia de Manuel Velasco.
Sin embargo, tras agotar los mecanismos y la habilidad del «Alquimista Electoral» falló. La instrucción se coció en otras latitudes, ahí no alcanzó a convencer y el amor mutó.
Si mutó, desapareció. Se esfumó. La relación del PVEM estatal con los intereses de los esmeraldas de la cúpula nacional, desde julio del 2017, empezó a tener cierto quebrantamiento.
Chiapas, se mercantilizó el tema político. Hubo diversas lecturas a las liturgias electorales. Se caducó los tiempos. Ni en el PVEM, ni en el PAN. La salida era que el PRD postulara a Lalo Ramírez, sin embargo, el plan también falló.
Este lunes, Eduardo Ramírez se presume dejó la dirigencia estatal del PVEM. El cargo, se le cedió a Eduardo Zenteno Nuñez, quién llevará la responsabilidad de conducir la tropa esmeralda.
Por eso, la concentración masiva desde este lunes en la capital coneja, para llevar a cabo el concilio de los tucanes este martes 20 de marzo. Mientras desde el lunes por la mañana, la noticia cimbró. El Jaguar, será Senador por Chiapas.
Ahí, en esa encerrona por instrucciones de ya saben quién, se explicó el panorama que viene, rumbo a la fiesta electoral de julio.
Los cambios y el rumbo, pese a la noticia, parece que se cocina un nuevo plan. Que en mucho beneficiará a don Ruti. En quien podría caer la sucesión. Al menos esa es la lectura más clara.
Todo este retozo electoral, se terminó. La liga no aguantó y llegó el colapsó. Gurría lo bajaron de la Senaduría. Lo van a mandar a competir por la alcaldía de Tapachula, ahí se la pusieron muy difícil, llevará se contrincante a un joven político, a Enrique Zamora, quién ha cimentado un proyecto incluyente y de unidad.
Para Enrique Zamora Morlet, le han diseñado un proyecto esperanzador. Pero sobre todo, le han alineado los astros.
¿Quién dijo tengo sed?

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