La apatía del sector tiene que ver con la desconfianza y el rechazo por el actual sistema que gobierna a México y a Chiapas; sin embargo, no se han mantenido al margen de lo que ocurre socialmente y buscan incidir constantemente en la agenda política con el protagonismo de masivas movilizaciones, vociferando por las calles las necesidades y reclamando públicamente las promesas incumplidas
Elizabeth Marina / Portavoz
[dropcap]E[/dropcap]l desgastante del tejido social que significó la pasada elección (2015) trajo consigo la desafección política de los jóvenes, esa generación que reclama desde las calles su falta de participación en el Congreso, que se dice olvidada de la clase política pero que hoy, exige que sus representantes los representen, que los escuchen y que la política en México sea algo más que sólo ganar elecciones.
De cara al próximo proceso electoral es innegable que tanto partidos políticos, candidatos, organismos electorales y la sociedad civil en general enfrentarán retos en materia electoral que harán de los próximos comicios una lucha desgastante.
Esa apatía política de la generación que se mantiene en una constante transición tiene que ver con la desconfianza y el rechazo por el actual sistema que gobierna a México; sin embargo, los jóvenes no se han mantenido al margen de lo que ocurre socialmente en el país e inciden constantemente en la agenda política con el protagonismo de masivas movilizaciones, vociferando por las calles las necesidades y reclamando públicamente las promesas incumplidas de aquellos que llegaron al poder en la ilegalidad.
Hoy, quienes forman parte de ese 30 por ciento de la población en Chiapas alzan la voz y piden mayor participación en 2018, como es el caso de Saúl Zenteno Bueno, joven chiapaneco de 22 años que ha destacado a nivel internacional por su injerencia en asuntos políticos, ambientales y sociales, y actual Punto Focal Mundial de la Juventud para el Pacto Global Por la Migración de las Naciones Unidas, quien afirma que el papel de las juventudes en las elecciones 2018 son las más importantes para que exista un verdadero cambio a nivel local, nacional e incluso mundial.
La situación actual podría ser diferente y teniendo un mundo de posibilidades para el próximo sexenio, Zenteno Bueno exhorta a los niños, niñas y jóvenes a participar activamente en temas de la agenda política desde ahora, porque, dice, hoy es el momento de las protestas para garantizar que el próximo proceso marche bien.
Explicó que los jóvenes en Chiapas están tardando en coordinarse, en reunir la voluntad política y estructurar movimientos para el cambio de dinámica de la organización de la sociedad civil, la única alternativa que como chiapanecos tenemos para tener al frente a políticos respetados y no ciudadanos que se rigen por intereses personales y que «se sirven de la cuchara para llenar su ego».
Tomando en cuenta que a estas alturas ya se dejan ver las figuras que aspiran a un cargo público, mencionó algunas de las características que todos los ciudadanos debemos exigir para el perfil idóneo de cualquier candidato:
En primer lugar dijo, es necesario que esa persona tenga conocimiento de la realidad social del estado, o por lo menos que tenga conocimiento profundo en una o dos áreas de las problemáticas sociales; dos, ser un ciudadano ejemplar, reconocido en su lugar de origen como un ciudadano que participa de manera activa en la vida social, económica o política del estado; y tres que sea una persona con una posición recta, sin escándalos financieros con total transparencia –no de la vida privada sino de la pública– y que tenga el interés genuino de ayudar al pueblo.
«Estamos cansados de tener en el poder a personas que no se interesan por el bienestar social y además personas poco capacitadas, es por ello que necesitamos políticos averiguados y no porque un grupo de asesores les digan misa sino porque son políticos que comprenden temas de ciudadanía, género y medio ambiente, tal vez no pueda ser experto en todo pero por lo menos que sea experto en algo».
Participación más allá de los partidos
«Los jóvenes no son incluidos en los procesos políticos de toma de decisiones pese a que las decisiones que toman nos afectan de manera inmediata. La participación de los jóvenes debe ir más allá de la distribución de panfletos, de hacer ruido en redes sociales dando likes y shares, que los jóvenes también puedan expresar sus opiniones en políticas públicas y de desarrollo urbano, movimientos y cuestiones culturales, política económica e intercambio de inversiones.»
Saúl señala que los espacios para los jóvenes solo existen durante las campañas políticas cuando los candidatos buscan el voto, porque en la realidad hay un rechazo hacia los jóvenes, a pesar que el sector ha demostrado su capacidad con el acompañamiento en procesos como movimientos de reforestación, combate al impacto de la contaminación del ambiente y en materia de economía; dijo que a nivel local los adultos se rehúsan al cambio por lo que se resisten a aceptar las propuestas de los jóvenes.
Por otra parte, advirtió que quienes votarán en los próximos comicios deben ser mucho más críticos y observar detenidamente las propuestas y el actuar de los candidatos, ya que bajo el argumento de la inclusión aparecerán juniors que reclaman espacios sólo por ser jóvenes, con el fin de vivir de la política.
«Tampoco hay que darle el espacio a alguien sólo porque es joven, debemos privilegiar capacidades, esto no se trata de reclamar inclusión por reclamar ni de ser un integrante más del gabinete más joven del estado pero que le queda debiendo mucho por la falta de aptitudes que tiene frente a un cargo público.»
Por esa razón, agregó, se necesita más gente joven en el diseño de políticas públicas, que estén abiertos a la discusión y dispuestos a luchar por lo que creen, ser ciudadanos más cumplidos y activos.
«Deberíamos de asumir que, por ejemplo, en la mesa de negociación en temas de medio ambiente tienen que estar a fuerza los jóvenes y los niños porque las emisiones de carbono que ellos producen afectarán a las generaciones futuras y a nosotros, no a ellos, entonces nosotros tenemos la obligación de analizar sus propuestas y velar por nuestro beneficio.»
Propuestas jóvenes
Aunque ya empiezan a surgir los primeros movimientos juveniles nacionales, señaló que todos surgen desde el sector privado, lo que bien puede responder a las realidades sociales del país y puede significar que para todo joven que tiene sus necesidades básicas cubiertas es más fácil hacer ciudadanía, contrario a uno que tiene que trabajar y estudiar al mismo tiempo.
Reconoció que los movimientos juveniles son un buen acercamiento al cambio, sin embargo, consideró que si no tienen un cimiento local establecido únicamente serán castillos en el aire.
Estos vacíos, están siendo cubiertos, dijo, por movimientos descarados y vergonzosos de fundaciones con intereses políticos que se hacen pasar por asociaciones preocupadas por el bienestar social.
Por tal razón, reconoció el trabajo del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) que el pasado 19 de junio aprobó por unanimidad de votos el acuerdo por el que se emite el Reglamento que regula el uso de recursos públicos, propaganda institucional y gubernamental, así como la publicidad que difundan las asociaciones civiles, asociaciones políticas estatales, organizaciones sociales y fundaciones.
«Lo que están haciendo estas figuras políticas es un insulto para los que pertenecemos a movimientos reales, por eso aplaudo las propuestas de colaboración de las instituciones con los movimientos sociales de base, me parece que son bastantes buenos y que si se logran desarrollar tendrán mucho impacto en las elecciones 2018.»
Finalmente, Zenteno Bueno señaló tres puntos importantes que quienes aspiran a un puesto público en 2018 deberían tomar en cuenta: en primer lugar la creación de espacios con recursos garantizados para su funcionamiento, en segundo lugar combatir el rechazo a los jóvenes en todos sus niveles y formas; y en tercer lugar dar prioridad a la creación de empleos.
Es así como los jóvenes exigen para Chiapas que sus demandas sean escuchadas y aplicadas, que la democracia vuelva y que se cambie el discurso tomándolos en cuenta para llevarlo a cabo.
