Poner a Manaco en el Cocytech, un atropello a los chiapanecos y a la ley

La comunidad científica de Chiapas externó su molestia con el nombramiento de Manuel Narcía Coutiño al frente de la ciencia y tecnología del estado; el exsecretario de Pesca no cumple con el perfil y violenta la Ley de la Administración Pública Estatal, sostienen

Omar Flores Penagos / Portavoz

[dropcap]L[/dropcap]os más recientes nombramientos de integrantes del gabinete estatal confirman que Manuel Velasco Coello ha entrado en caída libre y que el cierre de su gestión ya no es prioridad.
Esta semana ha habido dos designaciones que sorprenden por decir lo menos. Uno es Miguel Prado, que tiene un largo historial de corrupción y cuentas pendientes con la Auditoría Superior de la Federación y el otro es Manuel Narcía Coutiño, nombrado anoche titular del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Chiapas.
Manuel Narcía ya fue alcalde de Tonalá y luego secretario de Pesca. Para el primer cargo no se necesita tener estudios profesionales pero para el segundo cargo sí y Manuel Narcía, conocido como Manaco, no terminó la carrera de ingeniero civil.
Ahora, para ocupar la titularidad del Cocytech la ley establece que debe tenerse estudios de posgrado y Manuel Narcía incumple con ese requisito, por lo que se trata de una clara y flagrante violación a la Ley de la Administración Pública Estatal.
Queda claro que Manuel Velasco sigue empecinado en descuidar su gobierno, menospreciando a chiapanecos que tienen el perfil y la capacidad para ocupar los distintos cargos, pero él prefiere hacerlo con amigos, compadres o cómplices.
A la opinión pública no deja de sorprender este tipo de nombramientos. Se advierte que los siguientes cambios en el gabinete, así como en la Unicach, donde la designación de rector está en puerta, serán con personas de perfiles absolutamente cuestionables.
Atrapado en una crisis económica, el gobierno de Manuel Velasco Coello ha ido de lo malo o lo peor. Y no se ve una salida sino que cada vez empeora y lleva al estado a una situación de desesperación.
Por su parte, para el investigador Enrique Alberto Vázquez, director del Centro de Investigación y Estudios del Sector Privado, la designación de este político al frente de uno de los rubros de más preponderancia para el desarrollo del estado, es una clara ofensa para la comunidad académica y científica y una prueba más del desinterés por la investigación aplicada.

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