Por sobreexplotación de recursos, humanos están cada más expuestos a enfermedades transmitidas por animales

El 75 % de las muertes por infecciones son asociadas a la explotación agrícola, explica experto, además de la forma en que como especie se puede estar seguro

Lucero Natarén / Aquínoticias

Según especialistas, las enfermedades transmitidas de otras especies de animales a los seres humanos, conocida como zoonosis, visibiliza la vulnerabilidad en la que las personas se encuentran cuando un microrganismo salta de una especie a ellas, “y también la necesidad de tener un abordaje nuevo para estudiar la salud de una manera integral considerando la humana, animal y ecosistémica como tres grandes partes de un sistema”.

Durante el Seminario virtual Rafael Martín del Campo y Sánchez, organizado por la Facultad de Ciencias (FC), dedicado al tema “Desafíos en conservación de fauna silvestre a raíz de la pandemia por COVID-19”, el investigador de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, Gerardo Suzán Azpiri, mencionó que más del 60 por ciento de las enfermedades son zoonóticas emergentes, y al menos 31 por ciento de las enfermedades emergentes están asociadas a especies naturales.

Agregó que con respecto a la fragmentación del hábitat y enfermedades, el 75 por ciento de las muertes atribuibles a padecimientos infecciosos corresponde a zonas de reciente expansión e intensificación agrícola en áreas tropicales del mundo, donde el riesgo de las emergentes es mayor, y la vigilancia de enfermedades y el acceso a la salud es limitada.

Ante este panorama que se vive en el mundo, dijo que es necesario recurrir a disciplinas emergentes como la biología de la conservación, que se desarrolla en respuesta a la crisis que enfrenta la diversidad biológica y busca mantener la biodiversidad, la estructura y funcionamiento de ecosistemas y la resiliencia.

Así como a la genética de la conservación, “una ciencia multidisciplinaria en respuesta a la pérdida de diversidad genética y a la reducción del tamaño de las poblaciones; se define como el uso de la teoría genética y sus técnicas en las problemáticas de la conservación”.

Ante esto surgió la medicina de la conservación, una ciencia que responde a la crisis ambiental y que se enfoca en la intersección del ambiente, los hospederos humanos y no humanos y de los patógenos, agregó.

De acuerdo con Suzán Azpiri, la conservación debe ser una estrategia preventiva en todos los aspectos. “Después de la pandemia es un buen momento para empezar a trabajar la ciencia a partir de la visión colaborativa, interconectada e integral”.

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