Por un sistema de cuidados / Claudia Corichi

Entre los temas que mayor interés concita la amplia agenda de género se encuentra visibilizar la importancia de los cuidados tanto en su aportación a la economía, el trabajo no remunerado o el tiempo que se dedica a ello. En esa labor el Inegi ha desarrollado un papel encomiable al proveer datos y cifras que nos ayudan a identificar la situación actual y los retos presentes; los resultados de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo que se publica cada cinco años son un botón de muestra.

Este martes se presentó la primera edición de la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (Enasic) que se ocupa esencialmente de conocer la demanda de cuidados de una población que agrupa en personas con discapacidad o dependientes, niñez y adolescencia y personas adultas mayores; la suma de esa población es de 58 millones que requieren cuidados. ¿Quiénes son las responsables de atenderlos, asistirlos y brindar apoyo? Un total de 32 millones de personas de las que 75% son mujeres y un 8% son hombres.

Dos terceras partes de los hogares del país tienen al menos una persona que pertenece a la población objetivo de cuidados. Es prácticamente el mismo número (29 millones) de mujeres que de hombres quienes son susceptibles de recibir asistencia y apoyo. Pero no todas lo reciben: 21 millones de personas se encuentran sin ningún tipo de cuidado por parte de algún familiar o persona conocida.

Las mujeres que son cuidadoras principales (que pertenecen al propio hogar) dedicaron, en promedio, 38.9 horas a la semana a esa labor. En el caso de los hombres cuidadores principales, el promedio fue de 30.6 horas, una brecha de más de ocho horas semanales incluso en este ámbito.

De acuerdo con el Inegi 15.2 millones de niñas, niños y adolescentes de entre 8 y 14 años “brindaron cuidados”, con una mayor proporción de mujeres. Según el organismo, lo anterior significa que, desde temprana edad, el involucramiento de las niñas y adolescentes mujeres en el trabajo de cuidados no remunerado es mayor que el de los niños y adolescentes hombres. El dato es revelador de por qué existe una percepción incluso cultural de que las mujeres por naturaleza debemos ser las cuidadoras.

La Enasic mide también el impacto sobre la carga de cuidados. 39.1 % de las mujeres señalaron que debido a los cuidados que brindan se “sienten cansadas”, el 31.7% dijo que tenía “disminución de tiempo de sueño” y 22.7 por ciento “sentirse irritada”; un 16.3 % informó “sentirse deprimida” y 12.7 % “ha visto afectada su salud física”.

El 91.3% de las personas encuestadas dijo estar en desacuerdo de que el cuidado de quienes integran un hogar es solo responsabilidad de la mujer, lo que puede significar un primer cambio cultural.

Este es un primer vistazo a un insumo que resulta fundamental para conocer en detalle el universo de los cuidados en los hogares de México. El instrumento fue diseñado para apoyar la construcción y desarrollo de un Sistema Nacional de Cuidados cuya discusión está en pausa en el Senado.

Las y los tomadores de decisiones encontrarán en este estudio información útil y pertinente para impulsar en definitiva un Estado cuidador que no siga dejando este tema en los hombros de las mujeres y lo que ello conlleva, para empezar a cerrar brechas.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *