Al participar en la instalación de la comisión para la atención y resolución de conflictos, el Senador de Chiapas sostuvo que no habrá solución duradera si no se parte de un diagnóstico plural y objetivo de las razones que llevaron a San Juan Chamula al punto de quiebre
Redacción
[dropcap]E[/dropcap]l Senador de Chiapas, Zoé Robledo, participó en la instalación de la Comisión para la Reconciliación de San Juan Chamula, convocada por el gobernador Manuel Velasco Coello, luego de los lamentables hechos ocurridos la mañana del sábado 23 de julio en aquel municipio.
La convocatoria plural, que reunió en Tuxtla Gutiérrez a senadores de la República, diputados federales y locales, líderes de partidos, organismos de derechos humanos, así como autoridades indígenas tradicionales y constitucionales, busca la construcción de un acuerdo de paz que priorice el diálogo como la vía de atención y resolución de conflictos.
Al hacer uso de la palabra, Robledo sostuvo que nadie puede regatearle a Chiapas su esfuerzo, su voluntad, su solidaridad y que ante los hechos de San Juan Chamula, las posibles salidas dependerán del diagnóstico que se tenga como punto de partida.
«Si la inestabilidad es consecuencia de compromisos electorales no cumplidos, hay que pensar en la revocatoria de mandato como la vía institucional de solución a conflictos derivados por gobiernos irresponsables frente a sus electores. A nivel municipal la figura ha cumplido muy bien su función en territorios indígenas de Bolivia, Ecuador o Perú.»
Si el diagnóstico pasa por disputas políticas derivadas de la asignación de presupuestos de obra pública, la propuesta debe acompañarse por una política de transparencia en la asignación de los contratos.
«Desde hace varios años la región está contaminada por el manejo discrecional de los alcaldes de montos millonarios para obra que asignan de esa manera con el pretexto de respetar usos y costumbres.»
Si el diagnóstico es electoral y partidista, Zoé propuso trabajar en una reforma como la de Oaxaca, que circunscriba territorialmente a estos pueblos, permita el respeto a sus usos y costumbres, y al mismo tiempo sea compatible con el sistema de partidos.
«Las estrategias basadas exclusivamente en entrega de dinero o apoyos en especie ha fracasado para estos propósitos en la región, no han atenuado la pobreza, han promovido el clientelismo y han polarizado las comunidades», concluyó.
