La pandemia visibilizó aún más las desigualdades y aspectos que no se han trabajado para que las mujeres pueden ejercer sus derechos, participar en el campo laboral o disponer de tiempo para ellas mismas
Aline Espinosa Gutiérrez / Cimac Noticias
Ciudad de México. Expertas en Derechos Humanos de las mujeres presentaron esta mañana el «Decálogo para un Estado en clave de derechos humanos y feminista» para que los 45 estados que integran la Organización de los Estados Americanos (OEA), otras autoridades y sociedad civil, analicen a través de 10 premisas cuál es el papel de su Estado en el cumplimiento de las demandas y necesidades de las mujeres para alcanzar la paridad, igualdad y una agenda con género.
En un evento virtual, las expertas explicaron que este decálogo es resultado de meses de trabajo desde que inició la pandemia, debido a que este hecho visibilizó aún más las desigualdades y aspectos que no se han trabajado para que las mujeres pueden ejercer sus derechos, participar en el campo laboral o disponer de tiempo para ellas mismas, en suma, profundizó las dificultades para las comunidades que ya padecían el no acceso a servicios de salud, alimento o escuela, lo que marcó un retroceso en sus Derechos Humanos.
Estas nuevas agraviantes, dijeron, las llevó a definir 10 premisas: la gracia del DEMO; las leyes, instituciones, y políticas públicas; la triada de la institucionalidad; la gestión política para el buen gobierno; el cuidado en el centro de las agendas; el buen vivir y la plenitud de la vida»; hacia la universalización de los derechos; erradicar las diversas formas de violencia contra las mujeres y niñas; entre otras, que tienen como objetivo contribuir al debate y avanzar en la no discriminación para todas las personas, en particular para las mujeres de América Latina.
Las expertas esperan que este decálogo sea de utilidad para que los Estados Miembros de la OEA, autoridades de gobierno, mecanismos para el adelanto de las mujeres, movimiento feminista, organizaciones de la sociedad civil, organismos regionales e internacionales, entre otros, trabajen para que la perspectiva de género sea una realidad en las normativas, protocolos y en la cultura, y creen puentes estratégicos que permitan avanzar colectivamente en una vida libre de violencia para las mujeres.
Para una de las expertas, la política y abogada paraguaya, Olina María Bareiro Bobadilla, estas 10 premisas llaman a que los Estados desarrollen un Estado democrático en el que exista la paridad de género, ya que sólo 9 lo garantizan en sus legislaciones. Este paso es indispensable pues la democracia vigente aún es patriarcal, es decir, sólo está a cargo de los hombres y trabaja a favor de ellos, por lo que las estructuras que desestiman, violentan y limitan a las mujeres no son modificadas de raíz.
Con ella coincidió la abogada feminista y escritora, Alda Facio Montejo, quien mencionó que el Estado democrático debe incluir la perspectiva de género no sólo como un aparato en la normativa, sino en todos los campos de la vida diaria para que la sociedad comience a comprender cómo es la violencia de género, cuáles son las desigualdades históricas que afectan a las mujeres o sus necesidades.
Estas 10 premisas, agregó Facio, buscan que haya una transversalización de la perspectiva de género desde raíz en los países. «La transversalización de la perspectiva de género no es generar cifras sobre las mujeres, significa incorporar la experiencias, conocimientos, y necesidades de las mujeres desde la visión de todas, debe tener un enfoque interseccional», agregó.
Asimismo, la arquitecta argentina y académica, Ana María Falú, y la abogada chilena, María Soledad Cisternas, detallaron que los Estados deben generar estrategias para que haya una mayor representación de la diversidad de mujeres, como indígenas, con discapacidad, migrantes, pues todas han sido violentadas al menos una vez en su vida.
Esa misma diversidad, agregaron las expertas, aumentó e impulsó más la lucha del movimiento feminista, ejemplo de ello, es el «Ni una menos» (Argentina), «Ni una más (México), la «Marea Verde» que ha invadido todo el mundo. Acciones sociales en la que han participado mujeres de distintas edades o profesiones, que exigen respeto a su vida, a sus derechos sexuales y reproductivos, a alzar la voz, a caminar libremente por la calle.
Por su parte, la antropóloga feminista y escritora argentina, Rita Laura Segato y la periodista uruguaya, María de la Luz Garrido Revelles, mencionaron que este decálogo lleva por mensaje: «Nada sin nosotras» y demanda que las autoridades de los países sepan cuidar de la población y de las mujeres a fin de que no ocurran más casos de feminicidio o cualquier otro tipo de violencia, e invitaron a las mujeres a sumarse al movimiento feminista, agruparse, ayudarse desde la sororidad.
De acuerdo con ONUMujeres, 35 por ciento de las mujeres en el mundo ha experimentado alguna vez violencia física o sexual por parte de su pareja o alguien desconocido. Asimismo, 137 mujeres son asesinadas por integrantes de su propia familia cada día, menos del 40 por ciento de las mujeres agredidas buscan algún tipo de ayuda debido al miedo, 15 millones de adolescentes han experimentado relaciones sexuales forzadas, y 82 por ciento de las mujeres que están en cargos de poder denunciaron haber sido víctimas de violencia sexual durante su mandato.