En cinco años, el Partido Revolucionario Institucional liderado por Alejandro Moreno ha perdido un 80.3 por ciento de su militancia y 11 gubernaturas. La reciente elección ha agravado la caída del otrora poderoso partido
Aquínoticias Staff
En los cinco años de liderazgo de Alejandro Moreno, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha experimentado una notable caída en su hegemonía política. La organización ha perdido un 80.3% de su militancia y 11 gubernaturas, incluidas cinco de sus bastiones históricos. La reciente elección del 2 de junio ha agravado la situación, confirmando la caída del PRI al cuarto lugar en las preferencias electorales nacionales.
Desde que Alejandro Moreno asumió la presidencia del PRI, el partido ha visto una reducción drástica en su base de militantes, pasando de 7.2 millones a 1.4 millones, lo que representa una pérdida del 80.3%. Durante su liderazgo, el PRI perdió 11 gubernaturas, incluidas cinco consideradas bastiones tradicionales. En las elecciones del 2 de junio, el PRI obtuvo solo el 9.8% de la votación presidencial, colocándose por debajo del 10.18% de Movimiento Ciudadano, y consolidándose en el cuarto lugar en las preferencias nacionales. A nivel federal, el PRI no ganó ninguna curul por sí solo, contando con solo el 2.1% de las curules estatales.
De acuerdo con los cómputos distritales y el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), el PRI solo logró el triunfo en 120 presidencias municipales con candidatos propios. Con la coalición con el PAN y el PRD, ganó 442 ayuntamientos. En las elecciones de congresos estatales, el PRI debió aliarse con el PAN y el PRD para obtener triunfos en solo 116 distritos de todo el país. En Durango, la coalición logró solo siete escaños de mayoría relativa, de los cuales solo cuatro pertenecen al PRI. En Coahuila, aunque el PRI ganó 30 ayuntamientos, perdió la elección al Senado y solo ganó una de las cuatro diputaciones federales.
En varios estados como Aguascalientes, Chihuahua y Nuevo León, aunque las coaliciones con el PAN y el PRD lograron varias diputaciones, la mayoría de los triunfos fueron para candidatos del PAN. El INE tenía registrado oficialmente a 7.2 millones de priistas al inicio del liderazgo de Moreno. A finales del año pasado, esta cifra se redujo a 1.4 millones, con una pérdida significativa de afiliados en estados como Hidalgo, Yucatán, Oaxaca y Estado de México, quienes se sumaron a Morena. La gestión de Alejandro Moreno ha resultado en una disminución significativa del poder y la influencia del PRI a nivel nacional. Las recientes elecciones del 2 de junio han acentuado esta tendencia, confirmando la debacle del partido en múltiples frentes políticos y electorales. La coalición con el PAN y el PRD ha permitido algunos triunfos, pero ha sido insuficiente para revertir la caída general del partido.
Con información de Excelsior
