Lixiviados y desechos sólidos escurren a la cañada del lacandón, un cauce en el que se forma un arroyo en tiempos de lluvias y otras épocas del año por el brote de ojos de agua
Édgar Hernández
[dropcap]R[/dropcap]evisiones de las autoridades ambientales en Chiapas y denuncias de habitantes afectados, revelan la contaminación del río Grijalva por parte de la compañía Proactiva Medio Ambiente Tuxtla
Esta empresa es la responsable de la recolección y disposición de residuos sólidos en la capital de Chiapas, la cual ha contaminado un arroyo cuyos escurrimientos desembocan indirectamente en el río.
En 2006 el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez otorgó a dicha compañía una concesión a 20 años para manejar el relleno sanitario de la capital, en el cual la obligaba a limpiar un basurero que fue clausurado. La contraprestación del servicio es por alrededor de 112 millones de pesos anuales.
A ocho años de la concesión, el basurero no ha sido limpiado en su totalidad, lo que ha derivado en que lixiviados y desechos sólidos escurran a la cañada del lacandón, un cauce en el que se forma un arroyo en tiempos de lluvias y otras épocas del año por el brote de ojos de agua, y en el que se ha detectado la presencia de metales pesados, de acuerdo a análisis de laboratorios.
Además la Secretaría de Medio Ambiente Estatal ha detectado un sin número de irregularidades administrativas y operativas en el inmueble a cargo de Proactiva, así como incumplimiento de diversas normas, entre ellas la Oficial Mexicana NOM083SEMARNAT2003 que establece lineamientos sobre sitios de disposición final de residuos.
Y es que el relleno sanitario no tiene drenes pluviales que eviten que el agua de lluvia escurra a los depósitos y no cuenta con un área para el confinamiento de residuos de manejo especial. La empresa no acreditó que no se permita ahí la disposición de residuos industriales o peligrosos.
De igual forma, no comprobó que realice de manera periódica la limpieza de la laguna destinada para lixiviados ni de la fosa séptica, y no avaló la ejecución de un programa de reforestación, entre otras anomalías.
Ante ello propietarios de predios cercanos al lugar, por cuyos terrenos pasa el arroyo contaminado, han denunciado que el daño ecológico provocado por la recolectora es incuantificable y los daños al entorno son visibles, por lo que exigen la reparación de daños y limpieza del sitio.
«Lo que quiero es que me reparen todo el daño ecológico que han hecho, que limpien, que hagan la correcta operación tanto del relleno sanitario como del basurero clausurado, que dejen de escurrir los lixiviados», demandó Héctor Montesinos Cano, propietario del predio San Martín Mujular.
Pese a las irregularidades demostradas y ante el reclamo de los afectados, la empresa continúa en funcionamiento y sin recibir ninguna sanción, pues según las autoridades ambientales el Ayuntamiento de Tuxtla ha sido omiso ante el tema.
(Con información de Reforma)
