Desde Jaltenango, Chiapas, la familia Castillejos De León cosecha miel a base de café y otras flores, promoviendo el no uso de plásticos, el reciclaje y reutilización de vidrio durante el proceso
Lucero Natarén / Aquínoticias
La familia Castillejos De León narra cómo convirtieron la venta de café orgánico y la producción de miel en su forma de vida, contribuyendo desde aproximadamente dos años a que estos productos naturales lleguen a hogares chiapanecos desde Jaltenango, Chiapas, con un sabor distinto y característico.
Pese a que su proyecto de caficultura inició hace cinco años, hace apenas dos sus esfuerzos dieron fruto. Junto con sus plantas floreció una empresa familiar 100 por ciento chiapaneca.
Carmen Castillejos Recinos, originario de Ángel Albino Corzo (Jaltenango, Chiapas), junto a su esposa Brenda Mabel de León Ordaz, de Tuxtla Gutiérrez, son quienes llevan la batuta del negocio. Él es quien se encarga del cuidado y de toda la atención del apiario, y Mabel, junto a sus hijas y su esposo, realiza la extracción de la miel y se encargan también del envasado y de la distribución.
Los también maestros de telesecundaria remembraron en entrevista que el proyecto de apicultura nació al incursionar en la producción de café orgánico, y ante la necesidad de elevar la calidad del grano de café. «Investigamos que tener un apiario dentro del cafetal aumentaba un 25 por ciento los estándares de calidad en el grano. Derivado del cafetal, al introducir el apiario obtuvimos miel».
La familia explica emocionada que el proyecto que tienen es producto de la ayuda mutua con las abejas, y podría decirse que son como sus guardianes, porque las cuidan. «Las abejas ayudan a polinizar el cafetal y ellas nos dan la miel, nos ayudan a una mejor producción orgánica, tanto de la miel como del café».
De polen a miel
En palabras de los Castillejos De León, así ocurre el proceso que culmina en dos cosechas en el año, una en primavera y la de invierno:
En la cosecha de primavera el apiario se encuentra dentro del cafetal, por lo tanto, la miel que se tiene se llama miel monofloral, porque se consigue prácticamente de una sola flor, la del café. Después de que termina la primera cosecha se bajan las colmenas, las cuidamos y en los meses de noviembre que empieza el otro tipo de floración las sacamos del cafetal y la llevamos a otro terreno, obteniéndose una miel de plorifloración, es decir, las abejas se dedican a sustraer el néctar de las diferentes flores de la región. Entonces al año obtenemos dos tipos de miel con características y sabores distintos.
Una miel pura y rica en nutrientes
Las mieles en general contienen vitaminas y minerales, así como otros fitonutrientes (flavonoides y fenoles), antioxidantes. La miel de la floración de café es una miel con un alto contenido en vitamina C y un alto contenido de flavonoides y fenoles, fitosustancias o químicos obtenidas de las plantas y la vegetación, las cuales nos protegen de la oxidación que tiene el cuerpo (generada por contaminación, radiación o por las mismas sustancias químicas que podemos consumir en nuestro organismo); y los fenoles son los que le dan el aroma a la miel.
Por ejemplo, si pudiéramos tener un concentrado de las mieles que se producen en el estado o en el país, van a variar en coloración, sabor y en olor. Depende mucho de la floración de la cual las abejas extraen el néctar. En este caso nuestra miel es no tan oscura, tiene un sabor intenso y con muchas propiedades terapéuticas que le dan los flavonoides y fenoles. La recomendamos ampliamente, les aseguramos un producto de calidad, no está rebajada con azúcar, ni rebajada con agua.
Además de su miel de café, tienen otra peculiaridad en su producción. La familia Castillejos de León busca ser lo más amigable que se pueda con el ambiente, ya que según cuentan, no envasan la miel en recipientes de plástico. No lo hacen así por dos motivos: «El primero es porque el plástico siempre va a producir cantidades mínimas de micro plástico que se impregna en la miel, por ello tratamos de envasar en vidrio, para evitar que se contamine la miel con el plástico».
El segundo motivo es porque tratan de reciclar. «Nos damos el tiempo de recolectar con los amigos y familiares botellas de vidrio que a ellos no les sirvan. Como pueden ser las de vino, de oliva u otras que sean útiles para el envasado.»
«Quienes son nuestros consumidores frecuentes ya saben la dinámica y nos devuelven las botellas, continuamos con ese proceso de intercambio de botellas para evitar generar más contaminación de lo que el planeta ya tiene».
Si bien son una empresa pequeña, tienen la visión de expandirse fuera del estado. Actualmente se comunican con sus clientes a través de sus redes sociales personales (Mabel de León o Carmen Castillejos) y vía WhatsApp al 961 364 4865.
