A propósito de la marcha que se realizó este 08 de marzo en Tuxtla Gutiérrez un grupo de mujeres periodistas emitieron un pronunciamiento
Aquínoticias / Staff
PRONUNCIAMIENTO
A las mujeres periodistas nos enseñaron en la escuelas y en las propias redacciones que no nos tocaba movilizarnos, sino cubrir estas manifestaciones; que nuestro papel en la historia es el de documentar.
Pero, hoy salimos todas a decir que NO, que no solo queremos registrar los hechos; queremos movilizarnos, salir a denunciar y exigir nuestros derechos.
En México, el año pasado la Red Nacional de Periodistas documentó 118 agresiones contra mujeres periodistas, lo que incluye amenazas a nosotras y/o nuestras familias. Hostigamiento y acoso sexual, difamación, calumnias con cargas sexistas, desplazamiento forzado y dos feminicidios.
Este país es el más riesgoso en el mundo para ejercer el periodismo. Las mujeres periodistas estamos, entonces, sufriendo una doble amenaza. Las agresiones en nuestra contra tienen, la mayoría de las veces, una carga de género: una connotación sexual y familiar
¿Y por qué nos deberían de importar las agresiones a mujeres periodistas? ¿Qué tienen que ver con nosotras y nuestro movimiento? Nos debe de importar porque la libertad de expresión de las periodistas está ligada al derecho a saber de las personas.
Somos las mujeres periodistas quienes hemos puesto en la mesa temas como: el derecho a decidir de las mujeres, las dobles y triples jornadas, la desigualdad salarial, la violencia de género y los feminicidios.
Somos las que ponemos el cuerpo en las redacciones, las que peleamos porque estas notas vayan en primera plana, porque salgan de la sección de nota roja. Si las periodistas no podemos informar por temor a las represalias, la ciudadanía también sale perdiendo porque no tendrán información veraz, que les ayude a tomar mejores decisiones.
La información es un elemento indispensable para el movimiento de las mujeres. No podemos tener una ciudadanía participativa y crítica en tanto no tenga información. Cada vez que las y periodistas dejan-dejamos de dedicar tiempo a informar para poder defendernos de agresiones, la ciudadanía pierde.
No son gajes del oficio, las agresiones de ningún tipo. No son gajes del oficio que nos agredan, que suframos acoso de nuestras fuentes de información, jefes o inclusive de nuestros propios compañeros; que nos amenecen, que nos hostiguen, que nos quiten nuestro material de trabajo, que llamen a las direcciones editoriales pidiendo nuestras cabezas o que nos cambien de fuente; que nos prefabriquen delitos a nosotras o nuestros familiares.
No es normal que nos den más carga de trabajo que a nuestros pares hombres, pero no tengamos sus mismas condiciones laborales. No son gajes del oficio.
No es normal, no son gajes del oficio, que nos sintamos amenazadas en algunas coberturas, que nos releguen en algunas de ellas, que tengamos que salirnos de algunos grupos de trabajo por sentirnos agredidas.
Uno de los derechos por los que más hemos pugnado las mujeres feministas es nuestro derecho a estar en espacios públicos y a la palabra; y ¿qué más ejercicio del derecho a decir nuestra palabra, que ejercer el periodismo? Que nuestra visión esté en los medios de comunicación, que podamos cambiar la narrativa.
¿Qué nos da valor para seguir en este oficio en estas circunstancias? ¿Qué nos da valor de correr en sentido contrario, de donde los demás salen para estar a buen resguardo; para decir en voz alta lo que muchas personas prefieren decir dentro de las paredes de su casa porque sólo ahí se sienten seguras?, ¿qué nos da valor de seguir en una profesión donde, a veces, quienes deberían protegernos, nos persiguen?
Lo que nos da valor es sabernos acompañadas, es saber que no estamos solas; nos da valor saber que nuestro trabajo es necesario para alcanzar esa sociedad que queremos construir. Nos dan valor ustedes.
Nos queremos vivas. Nos queremos libres. Nos queremos informando.
ATENTAMENTE
Mujeres Periodistas de Chiapas