El artista chiapaneco tras la difusión de la alerta por coronavirus puso manos a la obra para contrarrestar la situación, dar clases de dibujo en línea. Espera que se inicie una «epidemia» de buena vibra
Sandra de los Santos / Aquínoticias
Enrique Díaz es un artista que se alimenta de la cotidianidad. Su obra se centra de lo que sucede tanto del país como de su natal Chiapas o el lugar donde vive, Tulum. Ha pintado flores en los accesos para personas discapacitadas de las calles de Tuxtla, pero también llenó la ciudad de una obra que se volvió muy conocida que decía «el amor siempre gana» y era un juego de gato con corazones. También hizo una serie completa sobre el movimiento magisterial, y utilizó el sargazo de las playas de Tulum para hacer obras representando a personajes famosos.
Cuando inició la contingencia por el COVID19 en México hace una semana, Enrique Díaz realizó unos grabados que él mismo colocó en diferentes partes de Tulum en el que recomendaba a la población lavarse las manos y no saludar de mano. Ahora que las medidas de protección se han incrementado y que se suspendieron las labores en la escuela empezó a dar clases en línea de dibujo.
La primera transmisión que hizo, este lunes 23 de marzo a las 12:00 horas en su perfil de Facebook, alcanzó en menos de 24 horas las 32 mil reproducciones. En el momento había 13 mil personas conectadas siguiendo cómo Enrique dibujaba a un niño en una bicicleta.
«Quiero que el aprendizaje y el arte se esparza por todo el mundo como ese mentado Covid-19, que el arte contrarreste los síntomas de miedo, angustia, soledad, y alimente nuestros pensamientos de una forma positiva» dice en una entrevista a distancia.
Enrique está convencido que el arte es sanador, que es capaz de quitarnos los miedos, de sacar lo mejor de las personas, y que en los momentos más difíciles es un alivio, una esperanza, la forma en la que las personas se reafirman y pueden tomar fuerzas para decir que todo va a estar bien.
A diferencia de la mayoría de las personas, para el artista el tema del «encierro» en casa no es cosa nueva. Él dice que lleva tiempo en cuarentena.
«En Tulum Casi nunca salgo de mi casa, me la paso creando siempre, esa es mi curentena, para estar en casa sin desesperarse tienes que hacer algo que te guste mucho, yo por ejemplo, recojo las hojas secas de los árboles, estoy plantando algunos árboles frutales , estoy haciendo mi pequeño huerto, tengo un mini gimnasio que yo mismo hice en mi casa, tengo mi taller de grabado, mi taller de pintura, y siempre de día y de noche y a todas horas solo pienso en lo que quiero crear, y observo mi historia, la que me toca vivir hoy» cuenta el pintor.
Para él tampoco es algo novedoso dar clases de dibujo a niños y niñas, lo ha hecho de manera voluntaria por años en diversas etapas de su vida. Antes recorría con un triciclo, en donde llevaba hojas, colores y lápices para enseñar a dibujar. Ahora, lo está haciendo de nuevo, pretende seguir con las transmisiones en vivo todos los días a las 12:00 horas desde su perfil de Facebook hasta que se levante la contingencia. En un principio pensó que solo serían niños y niñas de Chiapas que lo seguirían, pero hubo comentarios de personas que estaban en la Ciudad de México y en España siguiendo la clase.
En el curso no solo se trata de aprender a dibujar, sino de que por medio de esta práctica se aborden diferentes temas como: el arte, la salud, las experiencias en familia, el cuidado del medio ambiente y la amistad, que todo eso se expanda, dice Enrique, como virus.