La libertad digital en México enfrenta retos como la brecha digital, la desinformación y el cibercrimen. Proteger los derechos digitales es clave para garantizar una sociedad más justa y conectada
Aquínoticias Staff
En un mundo cada vez más digitalizado, la libertad digital se ha convertido en un pilar fundamental para el ejercicio de derechos como la libertad de expresión, el acceso a la información y la participación ciudadana. Sin embargo, en México, este derecho enfrenta desafíos que amenazan su pleno desarrollo. Desde la brecha digital hasta la desinformación y el cibercrimen, los obstáculos son múltiples y requieren de acciones urgentes y coordinadas.
Según datos de la ENDUTIH 2023, el 81.2% de la población mexicana tiene acceso a internet, lo que significa que casi 19 millones de personas aún están excluidas de las oportunidades que ofrece el mundo digital. Esta brecha no solo limita el desarrollo económico y social, sino que también profundiza las desigualdades. “Garantizar el acceso equitativo a las tecnologías digitales es esencial para construir una sociedad más justa”, afirma David González, investigador del Laboratorio de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica.
Pero el acceso no es el único problema. La desinformación se ha convertido en una amenaza creciente. En 2022, el 87% de los mexicanos reportaron haber estado expuestos a noticias falsas, lo que afecta la toma de decisiones y erosiona la confianza en las plataformas digitales. Combatir este fenómeno requiere no solo de herramientas tecnológicas, sino también de una educación digital que empodere a los usuarios para discernir entre información veraz y falsa.
Además, el cibercrimen representa un riesgo constante. El fraude es el delito más común en el entorno digital, y el 60% de los mexicanos se sienten vulnerables al usar servicios en línea. “La ciberseguridad no es solo un tema técnico, es un derecho que debe protegerse para garantizar la libertad digital”, añade González.
Para enfrentar estos retos, ESET recomienda acciones como el uso de contraseñas seguras, la autenticación en dos pasos y la actualización constante del software. Pero más allá de las medidas individuales, es fundamental que el gobierno, la sociedad civil y las empresas trabajen juntos para crear un entorno digital seguro y accesible para todos.
