¿Qué falta para abrir de par en par la puerta política a la diversidad?

El IEPC convocó a una mesa de diálogo para analizar los desafíos y acciones afirmativas que aún impiden una representación real de la comunidad LGBTTTIQ+

Aquínoticias Staff

En el mes del orgullo, el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) de Chiapas organizó una mesa de diálogo para abordar una pregunta que sigue incomodando a muchos actores políticos: ¿cuáles son los verdaderos obstáculos que impiden a las personas de la diversidad sexual y de género participar y ser representadas con autenticidad en los espacios de poder? El evento reunió a consejerías, activistas, académicos y organizaciones civiles, en busca de respuestas concretas.

Bajo el título “Derechos político-electorales de la población LGBTTTIQ+: retos en la agenda pública a partir de la aplicación de acciones afirmativas”, la jornada abrió un espacio para revisar los avances y también los retrocesos. La consejera presidenta provisional del IEPC, María Magdalena Vila, fue clara: no basta con tener leyes y cuotas si no se abren las estructuras de poder para que las voces diversas puedan ejercer plenamente sus derechos. “Tenemos que reconocer que aún hay candados que impiden una verdadera representación”, subrayó.

La crítica principal se dirigió hacia los partidos políticos, señalados por permitir simulaciones en las candidaturas bajo acciones afirmativas. Activistas como Dana Maza y Meme Velasco exigieron que las cuotas no sean un disfraz, sino una herramienta real para empujar liderazgos genuinos. “Se necesita más que buena voluntad: se requiere formación, compromiso y sanciones para quien utilice estas acciones como simple estrategia electoral”, coincidieron.

El consejero presidente del Instituto Electoral de Coahuila, Óscar Rodríguez Fuentes, coincidió en que los partidos deben asumir una nueva ética: exigir a quienes se postulen por esta vía un trabajo claro por las causas que dicen representar. En ese mismo sentido, Aben Amar Rabanales, académico de la UNACH, fue enfático: sin voluntad de los partidos, las acciones afirmativas quedan en papel mojado.

Las y los participantes coincidieron en un punto esencial: la puerta política no puede considerarse abierta mientras la representación de la diversidad sea solo simbólica o esté sujeta al cálculo de cuotas. La consejera Teresa Alfonso lo dijo sin rodeos: “hablamos de una deuda democrática”. Y aunque hay avances legislativos, los retos estructurales y culturales aún pesan más.

La mesa concluyó con una advertencia: si no se crean filtros que garanticen que las acciones afirmativas beneficien efectivamente a la comunidad LGBTTTIQ+, la democracia seguirá siendo excluyente. Por eso, el IEPC llamó a seguir construyendo espacios de participación y vigilancia, porque abrir la puerta no es suficiente: hay que quitarle los seguros y desmontar las trampas del sistema.

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